“Hay lugares que operan como cárceles”: Senadora Padilla sobre zoológicos en Colombia
La senadora Andrea Padilla habló acerca del proyecto de ley que busca la regulación de los lugares y protocolos de tenencia de animales silvestres y salvajes en el país.
En la mañana del lunes 24 de julio, las autoridades del Bioparque Ukumarí informaron sobre la muerte Pancho y Chita, dos chimpancés que vivían en esta institución ambiental de la ciudad de Pereira.
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Su deceso se dio tras el escape de los animales en la noche del 23 de julio. Según la información entregada por la institución, el hecho lo causó un error humano. Al escaparse, se dirigieron a la zona boscosa del Parque Consotá, en la misma ciudad.
La peligrosidad de los chimpancés, según los protocolos adoptados por el Bioparque Ukumarí, obligaron a sacrificar a los animales.
La senadora Andrea Padilla, del Partido Alianza Verde, habló con 6AM Hoy por Hoy sobre los adelantos de un proyecto de ley para regular las condiciones y protocolos de tenencia de animales salvajes y silvestres en cautiverio.
Este proyecto ha sido adelantado durante un año aproximadamente, según informó la congresista. Su intención es revisar y ordenar la operación de establecimientos como los zoológicos y bioparques.
La senadora explicó que en el país “hay un enorme vacío normativo y una legislación muy precaria que rige los parques de entretenimiento”. Por esta razón los protocolos cambian y se aplican de forma distinta en cada institución.
Aseguró que en la legislación colombiana “no hay una categoría específica para esta clase de establecimientos que albergan animales silvestres y exóticos en cautiverio”.
Según Padilla, la legislación existente tiene una orientación específica a las actividades de entretenimiento relacionadas con los animales silvestres y salvajes. Pero el centro de las leyes no es el cuidado integral de las especies.
Comentó que los vacíos en la ley se refieren a reglas sobre cuidados, rehabilitación, tiempo de exposición al público y acondicionamiento ambiental para los animales en cautiverio.
Bajo ley propia
La senadora Andrea Padilla aseguró que en Colombia no existe una legislación ni un protocolo que se lea y aplique de forma igualitaria por todas las entidades y establecimientos de protección animal.
Por esta razón, en cada institución se aplican acciones distintas para el manejo de las especies. Esto dificulta el seguimiento legal de situaciones como la que se presentó con Pancho y Chita, en el Bioparque Ukumarí, de Pereira.
Aseguró que “hay lugares que operan como verdaderas cárceles”. Además, manifestó que durante el tiempo de trabajo en la ley de regulación de estos establecimientos ha descubierto deficiencias en las prácticas de estas.
“Entre ellos mismos dicen: hay muchos que lo están haciendo mal”, agregó.
Destacó que el Bioparque Ukumarí y el Zoológico de Cali son los establecimientos colombianos en los que se cumple con los mayores estándares de operación. Pero demostró su preocupación por las demás organizaciones:
“No me quiero imaginar lo que pasa en unos zoológicos de garaje, donde no hay ni siquiera personal capacitado”, comentó.
Indicó que la intención de su proyecto de ley es “ordenarles a todos los zoológicos, bioparques, acuarios y aviarios que se acojan a una normativa internacional, una acreditación, para elevar los estándares de bienestar animal”.
Y agregó que, tras el hecho sucedido con los chimpancés Pancho y Chita, añadirán información para saber cómo actuar dentro en todos los establecimientos: “Ahora incorporaremos unas disposiciones sobre protocolos”.
Indicó que lista de tipos de establecimientos que albergan animales exóticos y salvajes en el país, es larga y difícil de unificar. Esa es otra apuesta del proyecto en el que trabaja.
“Hay tanto término que no existe una unidad. Hay distintos establecimientos que albergan animales, pero que se reconocen de distintas formas”, explicó.
Sobre el caso de la ciudad de Pereira, la senadora indicó que, según la información que recibió, “hubo un error humano y un problema con el dardo que se utilizó”.
Explicó que los chimpancés están dentro de un código rojo de alta peligrosidad. Dada la cercanía de estos con el personal del Bioparque Ukumarí “el riesgo era inminente, por eso activaron el protocolo de darles de baja con arma de fuego”.
“Sin embargo, un dardo tranquilizante de mayor efectividad habría podido tener algún efecto”, concluyó.