Gran polémica en el fútbol femenino de Colombia, luego de una batalla campal que protagonizaron jugadoras de La Equidad y América de Cali en el Metropolitano de Techo.

Transcurridos 73 minutos de juego, Lidey Florez de Equidad y Elexa Bahr del América tuvieron un fuerte cruce al disputar un balón por la banda. Esto desencadenó empujones, agresiones e insultos entre las protagonistas y miembros de los banquillos técnicos.

Pasados unos intantes volvió la relativa calma al duelo y la juez Vanessa Ceballos optó por no amonestar a nadie, a pesar de las evidentes muestras de agresión. Justamente al respecto hablaron Albeiro Erazo, DT de Equidad, y Carlos Hernández, DT del América en El Vbar Caracol.

Erazo valoró el juego por encima de la pelea

Incidencia del arbitraje en lo que pasó: El partido era normal, de 4tos de final. Fue bien disputado frente a un rival con el que, si bien sabíamos de sus armas para atacar y conseguir el resultado, nos plantamos y jugamos como lo teníamos programado. El partido transcurrió normal, solo pasó esa situación que miré por los medios y no creí que  fuera tan grave. Si las jugadoras se dejaron llevar, hay compromiso de las jueces que no pitaron en el momento adecuado, debieron frenar la acción y pitar donde se considerara. Se dejó alargar la acción y cayeron en un desespero. El partido fue, a pesar de eso, muy normal. Ya lo que las jueces determinaran con tarjetas, es decisión de ellas, nosotros no tenemos nada que ver.

Posibilidad de interponer una queja: Estamos analizando el contexto de la acción, son temas administrativos. Nos reuniremos con el presidente y tomaremos la decisión. La gravedad de la falta y lo que ocurrió no se puede dejar pasar por alto porque empapa el crecimiento del fútbol femenino. Fue un partido bien disputado, Pueda que Equidad cortara el juego, pero eran nuestras armas para frenar a un equipo campeón de Liga el año pasado y con aspiraciones al título. Nunca pegamos patadas, fue un partido normal. Estoy analizando el juego y las acciones, pero creo que lo que pasó fue ese momento de calentura. Tratamos de evitar que se fuera a mayores.

“Discusión” con Catalina Usme: No sé por qué la gente quiere adivinar lo que pasa en la cancha. Yo soy amigo de Catalina (Usme). La admiro y la admiramos porque es la referente de Colombia, la queremos, pero estaba jugando contra Equidad. Con ella solo hablamos. La gente solo adivina. Hablamos para tratar de tranquilizar a la gente porque somos los que ponemos el orden, a ella todo el mundo la respeta y le iban a atender. Yo le decía que teníamos que jugar, nunca le dije nada a Catalina, nunca la irrespeté. La gente paga una boleta para ver un espectáculo y no podía empeñarse por una acción de esas. Quiero aclarar que nunca le dije nada, no la agredí, solo quería que el partido siguiera porque estaba bueno.

Hernández valoró la victoria fuera de casa

Flojísimo arbitraje: La terna arbitral tomó unas decisiones durante el partido que no fueron las más concretas. Cuando en el fútbol pasa eso y comienzan a darle larga a las jugadas, las árbitras tienen la posibilidad de cortar en el momento, sin necesidad de esperar a una sujeción o provocación. Ellas se dejaron sacar del partido y lastimosamente cayeron en esas acciones.

Charla con Elexa Bahr: Hablé con ella. Fueron unos temas puntuales los cuales ella aceptó y en cuanto a los sucesos sigo pensando que fue un partido bien disputado. El tema de que si se cortó o no hace parte del juego. También éramos conscientes de que no estaba en nuestro poder las decisiones de la terna arbitral. El fútbol femenino viene en alza, pero necesitamos que ellas mejoren su nivel arbitral porque cada vez que tenemos un partido, les pedimos a las jugadoras respetar el arbitraje. Siento que no es mala intención sino que actúan bajo su inexperiencia, no toman una buena decisión en el momento.

Gran resultado en Techo: Seguiremos recuperando, recién llegamos del viaje de Bogotá. Estaremos con el departamento médico y ya miraremos en que condiciones llegan las jugadoras de cara al duelo de vuelta contra Equidad