Así se salvó la Reforma a la Salud en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes
Con diez votos contra ocho, la Comisión aprobó el informe de ponencia presentado por el Gobierno, y ahora se va a empezar la discusión del articulado.
Colombia
La aprobación del informe de ponencia mayoritario, que presentó el Gobierno para dar el primer debate a la Reforma a la Salud, representa un triunfo para el ejecutivo por la manera en la que se dio.
Tras más de un mes de negociaciones con los partidos Conservador, Liberal y La U, sin mayor éxito, se medía ahora el pulso del Gobierno Petro con esas colectividades que no apoyarían decididamente la iniciativa.
De hecho, la advertencia del expresidente César Gaviria, director del Partido Liberal, a los congresistas de su partido que apoyaran la reforma fue determinante. Les dijo que si no votaban negativo enfrentarían sanciones por no acompañar la decisión tomada en bancada. La Comisión Séptima cuenta con cuatro representantes de esa colectividad.
A este duro pronunciamiento de Gaviria se sumó que La U y los godos decidieron también, como partidos, no acompañar la iniciativa del Gobierno. El apoyo de al menos una colectividad iba a ser necesario para que el proyecto no se hundiera.
El Gobierno contaba de entrada con nueve votos: 4 del Pacto Histórico, 2 del Partido Verde, 2 de las curules de Paz y uno de Comunes. Mientras que en contra tenía ‘fijos’ cuatro de la oposición: 2 del Centro Democrático y 2 de Cambio Radical. Los 4 votos de los liberales, los dos de los conservadores y los dos de La U eran los que estaban en juego.
Como pintaban las cosas, la reforma debería haber tenido 12 votos en contra y 9 a favor. Es decir, se habría hundido la ponencia del Gobierno y habría tenido paso la alternativa presentada por el Partido Liberal. Para evitarlo, el Gobierno empezó a hacer sus movidas.
En primer lugar, la ministra de Salud Carolina Corcho se reunió con el expresidente del Partido Conservador, el senador Carlos Andrés Trujillo, mientras transcurría la discusión de la reforma. Minutos después, los dos conservadores de la Comisión, Germán Yepes y Jorge Quevedo, anunciaron que se retiraban de la votación de la ponencia, “por coherencia”.
El tema de los retiros era una jugada que le podía servir al Gobierno en caso de no lograr convencer a las cabezas de los partidos, y así parece que fue. De hecho, mientras que el representante de La U Víctor Salcedo votó que no, su copartidario Camilo Ávila optó por, sin anunciarlo, retirarse en el momento de la votación.
Con estas tres movidas, la reforma habría quedado empatada en una votación limpia: nueve contra nueve. Sin embargo, quien se decidió por inclinar la balanza, sorpresivamente, fue la representante liberal María Eugenia Lopera, quien a pesar de las advertencias del expresidente Gaviria, dio su voto positivo a la ponencia.
“Hoy voy a dormir tranquila y cuando regrese a mi ciudad, Medellín, voy a mirar a mi mamá a los ojos, tranquila, porque lo hice a consciencia. Esas personas que confiaron en mí en Antioquia, 87.730, les puedo decir que lo hice solo pensando en las personas de a pie, los campesinos y quienes tienen que arrodillarse ante un sistema para que los atiendan”, indicó la congresista sobre su voto.
Con estas movidas, la reforma se salvó de lo que en un primer momento parecía inevitable: que se hundiera incluso antes de empezar a discutirse en su articulado. La votación de la ponencia, que en el escenario más pesimista parecía de 9 contra 12, terminó inclinándose a favor del Gobierno con un 10 contra 8.
Así las cosas, se garantiza que la Reforma a la Salud del Gobierno tendrá su segundo debate en la plenaria de la Cámara de Representantes. Antes, sin embargo, la discusión de la Comisión Séptima se centrará en el contenido del texto del ejecutivo.