Capturado vendedor de artesanías con piezas de caparazón de Tortuga Carey en Cartagena
Más de 600 piezas entre pulseras, cucharas, peines y cofres, fueron incautados, con un valor ecológico cercano a los 150 millones de pesos
En el marco del plan “Por un Ambiente Sostenible y Seguro”, desarrollado por el grupo de Ambiental y Ecológica de la Policía Metropolitana de Cartagena, dejó como resultado la captura de un comerciante con artesanías hechas con caparazón de Tortuga Carey, la cual se encuentra en peligro crítico de extinción.
Mediante operativos desarrollados en esta temporada de Semana Santa, contra la comercialización de especies en vía de extinción, La Policía Nacional en Cartagena logra una importante captura en el parque de Santa Teresa, al interior del Centro Histórico, donde fue sorprendido un comerciante de 59 años, natural de Cartagena, en poder de más de 600 piezas hechas con caparazón de Tortuga Carey.
Dentro de los elementos incautados se encuentran: 145 cubiertos grandes, 178 cubiertos pequeños, 52 pares de aretes, 34 pulseras delgadas, 36 pulseras gruesas, 31 cucharas grandes, 51 palitas, 50 piezas sueltas, 29 peines pequeños, 11 peinillas pequeñas, nueve cucharones, siete peinillas grandes, cinco cofres grandes, tres peines grandes, dos cofres pequeños, un vaso mediano y un caparazón.
“La Policía Nacional en Cartagena, en conjunto con otras entidades, y la fundación Tortuga de Mar, vienen adelantando campañas de sensibilización con todos los artesanos y establecimientos que venden artesanías en Cartagena, para evitar y disminuir el comercio ilegal de estos elementos”, anotó el Coronel Wilson Javier Parada González, comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena.
Y añadió: “Vamos a seguir haciendo estos controles, para evitar que se sigan comercializando ilegalmente estos artículos elaborados con el caparazón de la Tortuga Carey, y hacemos un llamado a las entidades que hacen controles en las áreas marinas, para evitar que se sigan matando a las tortugas”, puntualizó el comandante.
Cabe recordar, que estos reptiles marinos y tropicales, son perseguidos con el fin de ser usados para fabricar diferentes objetos, incluso de decoración, los cuales se encuentran en peligro crítico de extinción y tienen una vida promedio de hasta 50 años, llegando a medir poco más de 100 centímetros y pesar hasta 68 kilogramos. Estos reptiles también aportan a la estabilidad del ecosistema de arrecife coral.
Es de anotar, que para elaborar estas artesanías se tuvieron que sacrificar entre 7 y 10 tortugas adultas de 30 y 40 kilos, las cuales tendrían un valor ecológico cercano a los 150 millones de pesos y un valor comercial aproximado a los 10 millones de pesos.
Las personas que trafiquen elementos o especies en vía de extinción, pueden pagar una pena de 5 a 9 años de cárcel y una multa de hasta 300 salarios mínimos.
El capturado y los elementos incautados fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación, por el delito de aprovechamiento ilícito de los recursos naturales, a espera de que un juez con función de control de garantías defina su situación judicial.