Oración a San Judas Tadeo para casos difíciles y desesperados
El apóstol de Jesucristo es conocido como el patrono de las causas imposibles o perdidas; Aquí le compartimos su oración
San Judas Tadeo es uno de los santos a los que acuden mayor número de devotos en todo el mundo. A su imagen, en la que usualmente aparece con un bastón y una medalla en el pecho, o un hacha, le rezan millones de feligreses en el mundo cuando se encuentran en momentos difíciles y son presas de la desesperación.
El cariño de los feligreses no solo se debe a que este apóstol, querido por Jesús, se hace cargo de las causas perdidas o imposibles, sino al gran número de “favores” que los creyentes aseguran que les ha concedido.
San Judas Tadeo, quien fue uno de los 12 apóstoles de Jesucristo y murió como mártir mientras predicaba sus enseñanzas, es frecuentemente confundido con Judas Iscariote, quien traicionó a Jesús por unas monedas.
No obstante, la Biblia marca la diferencia entre ambos apóstoles en los evangelios de Marcos y Mateo, donde al santo, cuya fecha de conmemoración en el calendario católico es cada 28 de octubre, se llama “Tadeo” para distanciarlo de Iscariote.
En la religión católica comparte el patronazgo de las causas más difíciles junto a Santa Rita de Cascia y es común que los devotos acudan a pedir su favor cuando necesitan empleo o se encuentran en una situación muy compleja en su vida.
Oración a San Judas Tadeo
¡Oh venerado San Judas Tadeo! Siervo fiel y amigo de Jesús. Muchos son los que te honran y te invocan en el mundo entero, como el patrón de los casos imposibles y de las causas desesperadas. Ruega por mí, que me siento tan impotente y solo.
Por favor, consígueme ayuda visible y rápida. Ven pronto en mi auxilio en este momento de gran tribulación que aflige a mi alma para que pueda recibir el consuelo y la ayuda del cielo en todas mis necesidades, pruebas y sufrimientos, particularmente en esta (realiza aquí tu petición) y que pueda alabar a Dios contigo por siempre.
Te prometo, bendito San Judas Tadeo, que siendo siempre conscientes de este gran favor que me alcanzarás, que siempre te honraré como mi poderoso patrono especial, y fomentaré con enorme gratitud, tu maravillosa devoción. Amén.