Furor por La Pola: ¿Por qué la gente está dispuesta a pagar hasta $400.000?

El pasado martes 10 de enero, el Banco de la República de Colombia puso en circulación una moneda en conmemoración a la heroína de la Independencia Policarpa Salavarrieta, la cual se agotó en pocas horas.

La moneda de $10.000, que busca exaltar la figura de una de las mujeres más importantes y reconocidas en la historia del país, desató la furia entre coleccionistas y entusiastas que madrugaron para adquirir una de las 20.000 piezas acuñadas por el banco central.

En menos de 42 horas, la moneda que tiene grabado el retrato de La Pola por el anverso y de su casa, ubicada en el municipio de Guaduas, Cundinamarca, por el reverso, se agotó en los puntos de distribución establecidos en la ciudades de Bogotá, Barranquilla, Cali, Medellín, Bucaramanga, Manizales y Honda.

Hasta $400.000

Tal fue la acogida de esta moneda y el deseo por parte de algunos ciudadanos por obtener una de estas piezas, que a las afueras del edificio de Tesorería del Banco central se estaban ofreciendo hasta $400.000 por la moneda de La Pola, lo que representa 40 veces su valor nominal.

A su vez, el Emisor anunció el pasado 12 de enero que se contemplaba la posibilidad de una nueva emisión para corresponder a la creciente demanda, debido al recibimiento que tuvo la moneda en conmemoración al bicentenario de la heroína, la cual corresponde al cumplimiento de la Ley 1903 del 22 de junio de 2018.

“Ante el éxito que ha tenido esta, el Banco está evaluando la posibilidad de realizar en un futuro una emisión adicional. Hemos observado recientemente que se ha despertado el interés de un sector de la población por coleccionar las monedas conmemorativas teniendo en cuenta su diseño y calidad”, explicó el subgerente Industrial y Tesorería del Emisor, Néstor Plazas Bonilla.

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¿Por qué el furor por La Pola?

Caracol Radio consultó con la economista y doctora en Ciencias Sociales y Humanas, Edna Sastoque Ramírez, para entender por qué se ha presentado un furor numimástico con la moneda conmemorativa de La Pola; las razones por las que hay gente dispuesta a pagar 40 veces su precio; y si es cierto que al ponerlas en circulación se le hace frente a la inflación.

Caracol Radio: ¿Por qué razón son tan apreciadas las monedas conmemorativas?

Edna Sastoque Ramírez: Existen diferentes niveles a los que les interesas estas piezas. Uno que es el de los coleccionistas, los que se dedican a la numimástica, el arte y la afición de coleccionar monedas y billetes. Otro que es el de quienes aprecian estas piezas en términos de construcción de identidad nacional y que hacen parte de su especialidad como historiadores.

Y otro que es el de la gente del común que se siente identificada con el personaje o el evento y que también quiere participar del proceso. El impacto que causa una moneda conmemorativa muestra los intereses y las pasiones que tiene la gente frente a la identidad del personaje que se está homenajeando

Caracol Radio: ¿Por qué la gente está dispuesta a pagar tanto dinero por estas piezas de colección?

Edna Sastoque Ramírez: En este caso particular creo que es por la importancia del personaje. Han sido bastantes las monedas conmemorativas que se han sacado a propósito del Bicentenario; sin embargo, ninguna de estas mostraron tanto interés a lo que estamos viendo con La Pola.

Por otra parte, al ser conmemorativas, y a pesar de que la mayoría de ellas sirven para transacciones, la gente no las utiliza en su día a día. La gente las adquiere para guardarlas. En 10 años no serán $400.000 -que es el monto que se está ofrenciendo por una de estas piezas- sino no sé cuánto. Esto hace parte como de ese juego de quién está dispuesto a dar y siempre aparecerá alguien que esté dispuesto a vender.

Caracol Radio: Es decir que con la imagen de La Pola se le ha otorgado un valor agregado a estos objetos que de por sí son deseados por coleccionistas y entusiastas?

Edna Sastoque Ramírez: La Pola tiene varios elementos particulares en esa construcción de nuestro pasado histórico que la hacen bastante reconocida y recordada. Esto tiene que ver con que es una de las heroínas más importantes en la Independencia, tal vez la más famosa de ellas. No es gratis que sea la primera que salió en un billete y la única que salió en dos.

Y por otro lado, existe una condición de género importante en este reconocimiento. Normalmente la historia de nuestro país ha sido contada desde los ganadores y desde la versión masculina de nuestra historia. Y en este caso particular sucede lo contrario: se cuenta desde la perspectiva de una mártir importante y es una mujer a la cual se le reconoce por su papel protagónico.

Caracol Radio: ¿Es cierto que poner en circulación este tipo de monedas es una medida del Banco de la República para recaudar dinero en medio del complejo panorama económico que atraviesa Colombia?

Edna Sastoque Ramírez: Esa versión está desdibujada. Las monedas conmemorativas se empezaron a producir desde 1950 y en todo los países, no es una estrategia del Banco de la República colombiano.

La moneda es un proceso de identidad nacional, es un lazo social. Hay un sociólogo de comienzos del Siglo XX que decía que la moneda es como la santísima trinidad: todos hablan de ella, pero no saben qué significa.

Todos tenemos una moneda o un billete en el bolsillo, pero realmente no entendemos como funciona. No tenemos la foto completa: El Estado la necesita porque es parte de su soberanía, el sistema financiero lo necesita porque es un negocio, y la gente del común la necesita porque con ella hacemos nuestras transacciones.

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Caracol Radio: ¿Qué valor tienen estos objetos por los que la gente está dispuesta a pagar tanto dinero?

Edna Sastoque Ramírez: En la construcción de los orígenes los países se ponían en sus monedas y billetes a lo héroes; luego pasamos a una historia de los hechos; luego pasamos a la historia del patrimonio, aparecen la palma de cera, el oso de anteojos, la tortuga.

La moneda es un intermedio entre el valor simbólico de lo que se quiera conmemorar y el valor económico. Y a través de ese objeto, que la sociedad acepta, circulan ideas, símbolos y poder.