Entrevista con un Exorcista: “El demonio es como un león que siempre está al acecho”

El 26 de diciembre de 1973 se estrenó la que es considerada una de las mejores películas de terror de la historia: El Exorcista. La posesión de una pequeña niña por parte de un demonio mitológico y la lucha de un sacerdote por liberarla del tormento se convirtió en un clásico de culto y en el primer largometraje de este género en ser nominado en diez categorías de los premios Óscar.

La cinta del director estadounidense William Friedkin, que hace parte del Registro Nacional de Cine de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos por su valor “cultural, estético e histórico”, cumplirá este años cinco décadas como una de las producciones más influyentes en la cultura popular y en historia del séptimo arte.

“La película más aterradora”, según reza el mítico cartel de la joya de culto, abrió la puerta para que un sin número de cintas incursionaran en este género en los años posteriores y despertó la curiosidad de miles de espectadores que se interesaron por conocer sobre el enigmático mundo de las posesiones demoníacas, las manifestaciones sobrenaturales y el rito del exorcismo.

Un exorcista de verdad

Andrés Tirado nunca se imaginó que fuera a desempeñar durante 20 años el mismo oficio que hizo inmortal al padre Karras en la cinta del 73.

No se pasó por su cabeza que el libro del sacerdote italiano Gabriele Amorth, reconocido como uno de los más importantes exorcistas de la historia, que compró por curiosidad en Bogotá, tuviera una influencia tan profunda en su vida.

Ni mucho menos se cruzó por su imaginación de niño inquieto y de adolescente rebelde que se fuera a dedicar por el resto de su vida al servicio de Dios como sacerdote y más tarde como obispo católico independiente.

Creía en Dios a mi manera

“Mi niñez fue muy compleja, en condiciones económicas y familiares muy difíciles. No fui un niño bueno, ni muy juicioso. Y en el tema espiritual creía en Dios a mi manera, muy alejado”, contó para Caracol Radio el fundador de la Congregación Sacerdotal Internacional, monseñor Andrés Tirado, quien actualmente es uno de los exorcistas más reconocidos del país.

Durante su adolescencia se dedicó a asistir a grupos de pastoral y de boy scout “para cambiar de ambiente y buscar alguna chica bonita”, como una manera de resistir al entorno hostil en el que crecía y con la intensión de cambiar un destino que parecía predeterminado: “a muchos amigos o los mataban o los desaparecían o resultaban en hospitales o en la indigencia”.

En su paso por los grupos juveniles de catequesis y misioneros de la parroquia, sintió que empezaba su “despertar” espiritual. Poco a poco se fue haciendo más notoria su curiosidad por los temas espirituales pesar de que no le gustaban “ni la iglesia, ni los curas, y la misa aburría”. No obstante, desde la iglesia a la que asistía con insistencia lo invitaron a iniciar un proceso vocacional.

Punto de inflexión

“En ese proceso empiezo a cogerle amor a lo que estoy haciendo. Veo cada vez más posible ser sacerdote. Cuando pasan los años y soy seminarista, viene una persona por una oración a la iglesia, debido a que no encontró al sacerdote, y en medio de esa oración recibe una sanación médicamente comprobada y eso cambia mi mentalidad”, contó para Caracol Radio, monseñor Tirado.

Tirado había llevado a cabo su formación teológica de la mano de la corriente científico-crítica, “que es el modelo teológico de vanguardia en la actualidad” y que propone que todo tiene una respuesta comprobable por la ciencia. Sin embargo, con este episodio, empezó a cuestionarse sus creencias y dejó su escepticismo e incredulidad frente a los fenómenos paranormales.

“Tiempo después empezó a llegar gente a la iglesia. En una de esas oraciones que me vinieron a pedir se manifestó una entidad. Ahí es donde me dio vuelta la cabeza y me empiezo a preguntar: ¿Por qué hay un demonio?, ¿esto que es?, ¿por qué está sucediendo esto?”, recordó el monseñor en entrevista con Caracol Radio.

La curiosidad lo llevó a indagar sobre aquellos “ángeles caídos” que se revelaban ante su escepticismo: “para ser exorcista hay que conocer al enemigo, porque hay que saber con quién se va a enfrentar”. Los nombres de Lucifer; Asmodeo; Baal; y Leviatán; se convirtieron en habituales y sus escalofriantes manifestaciones en su “pan de cada día”.

El exorcista

Después de los 2.000 exorcismos, Andrés Tirado dejó de contarlos. Después de ver a niños de siete años sacudiendo a hombres adultos que los intentaban controlar; a mujeres pronunciado palabras en lenguas muertas; de presenciar levitaciones y combustiones espontáneas, hay pocas cosas que siguen sorprendiendo al monseñor.

Después de ver al diablo a los ojos, existen pocas cosas que atemoricen a Andrés Tirado.

Sin embargo, sabe que no puede bajar la guardia; sabe que no hay día que no puede dejar de prepararse; sabe que los curas también pueden ser poseídos y tiene presente que “el demonio es como un león que siempre está al acecho”.

Esta es la entrevista completa del reconocido exorcista Andrés Tirado para Caracol Radio donde respondió algunas de las preguntas que siempre quiso saber del mítico oficio que se practica desde hace más de 2.500 años.