Sectores critican acercamientos entre disidentes Farc y Gobierno: piden sometimiento

Un fuerte sacudón político causó el encuentro en Caquetá entre el comisionado de Paz, Danilo Rueda, y cuatro delegados de las disidencias Farc, con miras a explorar las posibilidades de tener una negociación de paz. Incluso, el propio presidente Gustavo Petro se pronunció en sus redes sociales indicando que "comienza un dialogo".

Sin embargo, distintos sectores han coincidido en cuestionar la intención con la que se dio este encuentro, pues consideran que quienes se salieron del acuerdo de Paz con las Farc, firmado en 2016, no deben tener beneficios políticos, sino que su trato debe ser de sometimiento a la justicia.

"Son muy positivos y necesarios los esfuerzos del Gobierno del presidente Petro por avanzar en la Paz total y completa, pero hay que establecer claras diferencias entre la negociación de un grupo de orígen político como el ELN, que ojalá cuanto antes se siente en la mesa de negociaciones con el Gobierno, y otra muy distinta son los disidentes de las Farc. Ese 3 o 4% de los excombatientes, encabezados por Iván Márquez y otros comandantes, que han incumplido con el acuerdo y con la sociedad", indicó el exministro Juan Fernando Cristo. 

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El también expresidente del Congreso, que apoyó en segunda vuelta a Petro, aseguró incluso que "el acto legislativo que creó la JEP establece claramente que para aquellos que volvieron a delinquir, solo cabe la justicia ordinaria. Para que accedan a la justicia transicional tendría que modificarse la Constitución, y eso no es conveniente. Sería un muy mal mensaje para la sociedad y para aquellos que están pensando en dejar las armas y negociar con el Estado. Hay que castigar a quienes incumplieron con el acuerdo".

Sobre ese mismo punto, el exsenador Carlos Fernando Galán señaló que "las disidencias de las Farc traicionaron a la sociedad y al Estado colombiano al reincidir en la delincuencia. Cualquier contacto que haya con esos grupos debe ser para su sometimiento a la justicia. Si se abre la puerta a otras cosas, como el otorgamiento de un status político, representaría que el Estado avale esa traición que hicieron".

Inclusive el exnegociador de Paz Humberto De La Calle recientemente, y con nombre propio, había mostrado su rechazo a que se le abriera la puerta a la negociación a "Iván Márquez y la llamada Segunda Marquetalia, ya tuvieron su oportunidad y fallaron. Solo les queda el sometimiento". Al respecto, el senador Gustavo Bolívar, del Pacto Histórico, le respondió y dijo que esta es una postura mezquina.

"Las disidencias eran mil hombres al momento de la firma del acuerdo, y hoy son 4.000. Hay que ver las causas de por qué han crecido exponencialmente. Creo que la principal es que no se cumplió el punto de garantizarles la vida. Al haber asesinado 330 excombatientes aproximadamente, muchos tomaron la decisión de devolverse a la selva, para poder reservar su propia vida. ¿Entonces nos quedamos otros 70 años dando plomo? Hay que apostarle al diálogo siempre. Sí cabe ahí la oportunidad", afirmó.

Desde el Partido Comunes, nacido del acuerdo, también tomaron postura en este debate. La senadora Sandra Ramírez aseguró que "nosotros como firmantes de la Paz hemos manifestado que el diálogo es el camino. Con cualquier grupo que se comiencen diálogos consideramos que es muy importante para la construcción de una Paz estable y duradera. Estos inicios de diálogos entre el comisionado y los grupos disidentes que no se sumaron al acuerdo de Paz son el inicio de un buen camino".

Quien sí mantiene su postura radical es la senadora del Centro Democrático María Fernanda Cabal, que considera que "todo esto es una gran farsa, igual al acuerdo de Paz de Santos. Por eso hay disidencias y el ELN está repotenciado, por el narcotráfico. Unos van a firman y dicen que sí se acogen, y detrás viene la cola. Esto va a terminar en el desgreño de una Colombia que va a quedarse sin Fuerza Pública y sin capacidad de controlar el crimen".

Ariel Ávila, senador del Partido Verde y exsubdirector del colectivo Paz y Reconciliación explicó que "básicamente en este momento lo que hay son acercamientos. La posibilidad es que las disidencias, es decir los grupos que se derivan de un proceso de Paz y que retomaron las armas, puedan tener un tratamiento diferencial, para que la dejación de armas y el acuerdo sean mucho más rápidos".

Eso sí, el ahora congresista expresó que "esto no va a ser una agenda política, sino un tema de discusión jurídica y de reincorporación. Esto está dentro de lo normal de los procesos de acercamientos, y así vamos a estar por lo menos hasta noviembre, cuando ya queden definidos los diferentes procesos".

Tras este primer acercamiento oficial con las disidencias 'Farc-EP', lideradas por Gentil Duarte (muerto en Venezuela) y alias Iván Mordisco, se espera que el próximo paso sea la declaratoria de un cese bilateral al fuego que permita ambientar las condiciones para entablar la eventual negociación. Se espera que el comisionado Rueda, igualmente, proximamente entregue más detalles sobre estas posibilidades que se van abriendo.