El objetivo del líder indígena es un golpe de Estado: Lasso
El presidente ecuatoriano Guillermo Lasso aseguró que el líder indígena Leonidas Iza quiere “usurpar el gobierno legalmente constituido”.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, denunció este viernes un intento de golpe de Estado promovido por los líderes de las protestas contra su Gobierno, quienes horas antes deslizaron la posibilidad de iniciar en la Asamblea Nacional (Parlamento) un proceso para destituir al jefe del Estado.
En un mensaje a la nación difundido por televisión y redes sociales, Lasso hizo "un llamado a la comunidad internacional para advertir este intento de desestabilizar la democracia en el Ecuador" ante la propuesta de su destitución, que también fue valorada por los asambleístas afines al correísmo.
El mandatario acusó al presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Leonidas Iza, principal promotor de las movilizaciones, de buscar "el derrocamiento del Gobierno" tras anunciar este que Pachakutik, brazo político de la Conaie, evaluará solicitar en la Asamblea la destitución de Lasso.
El gobernante lamentó que ese anuncio realizado por Iza llegue después de que el Gobierno aceptase su solicitud de dejar al movimiento indígena ingresar a la Casa de la Cultura Ecuatoriana para instaurar una "asamblea popular", una de las condiciones que el dirigente había puesto para aceptar dialogar con el Ejecutivo.
Lasso también se mostró sorprendido de que este viernes la Conaie y Pachakutik hablen de promover su destitución en el Parlamento cuando el día anterior, según afirmó, habían llegado a un acuerdo con representantes del movimiento indígena.
"Esto nos deja claro que él (Iza) nunca quiso resolver una agenda en beneficio de los pueblos y nacionalidades indígenas. Lo único que buscaba era engañar a sus bases y usurpar el Gobierno legalmente constituido", afirmó Lasso, quien desde un primer momento ofreció sentarse a dialogar con los promotores de las protestas.
En ese sentido, el presidente ecuatoriano agradeció las muestras de apoyo brindadas por otros partidos como la Izquierda Democrática y el Partido Social Cristiano de oponerse a cualquier intento de destituirlo, lo que implicaría elecciones generales anticipadas.