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Disfunción eréctil

Disfunción eréctil: ¿Remedios, mitos o realidad?

Las personas mayores de 40 años con enfermedades, como la diabetes o la hipertensión, son más susceptibles de sufrir disfunción eréctil.

Disfunción eréctil

Disfunción eréctil / Getty Images (Getty Images)

La Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, identificó que las personas mayores de 40 años con enfermedades crónicas vinculadas al deterioro vascular, como la diabetes o la hipertensión, son más susceptibles de sufrir disfunción eréctil.

La erección del pene requiere la vasodilatación de algunos lechos venosos en el órgano sexual, explicó Omar Carrasco, el jefe del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UNAM.

"Si no hay vasodilatación, los vasos sanguíneos no funcionan bien y ocurre la disfunción eréctil", detalló la investigación.

"En jóvenes la disfunción eréctil es poco probable y cuando no logran una erección puede deberse a estrés, depresión o alteraciones vasculares", afirmaron los investigadores por medio de un artículo de divulgación.

Mito o realidad

En América Latina circulan gran cantidad de mitos urbanos en torno a este padecimiento, uno de ellos es que el pulque y el consumo de mariscos mejoran el desempeño sexual. Sin embargo, ¿qué tan cierto es esto?

Carrasco aclaró que el alcohol del pulque funciona como depresor del sistema nervioso sexual, lo que puede producir disfunción eréctil, totalmente al contrario de lo que supone el rumor popular.

"Los mariscos y los camarones tienen varias propiedades químicas, como fósforo y potasio, y hablando del músculo liso, sí podrían mejorar la contracción, y por ende estimular la erección del pene", indicó Carrasco.

No obstante, lo mejor para combatir la disfunción eréctil es el sildenafil, un medicamento aprobado para la atención de este problema. Funciona mediante la inhibición de la enzima fosfodiesterasa 5, que promueve la existencia de algunas sustancias vasodilatadoras en el organismo, como el óxido nítrico.

"Al existir más agentes vasodilatantes circulando en la sangre, en el caso de la hipertensión pulmonar, se vasodilatan los lechos arteriales de los vasos y disminuye la presión pulmonar, en el caso de los lechos penianos, los dilatan y provocan la erección", aseguró la investigación.

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