Nobel de Química para creadores de herramienta que construye moléculas
La herramienta “organocatálisis” ha sido vital para la investigación farmacéutica y la construcción de materiales amigables con el ambiente.
El Nobel de Química premió hoy la invención de una nueva herramienta para construir moléculas, la organocatálisis, con gran impacto en la industria farmacéutica y que ha contribuido a hacer una química más ecológica.
El alemán Benjamin List y el británico David MacMillan desarrollaron por separado hace dos décadas un nuevo tipo de catálisis, la organocatálisis asimétrica, basada en pequeña moléculas orgánicas, señaló la Real Academia de las Ciencias Sueca.
"Este concepto de catálisis es tan simple como ingenioso; de hecho, muchos se preguntan por qué no se nos ocurrió antes", dijo el presidente del Comité del Nobel de Química, Johan Åqvist, para quien los premiados han llevado la construcción molecular "a otro nivel".
Gracias a esta herramienta es posible construir grandes volúmenes de moléculas asimétricas de forma más simple: las farmacéuticas pueden producir de forma artificial sustancias curativas y optimizar la producción de medicamentos ya existentes, como ocurre en el caso de tratamientos para la depresión o infecciones respiratorias.
Y al tener los catalizadores orgánicos una estructura estable de átomos de carbono, a menudo con elementos comunes como oxígeno, nitrógeno o fósforo, son más ecológicos y baratos de producir.
La miembro del comité del Nobel de Química Pernilla Wittung-Stafshede dijo en la rueda de prensa de presentación que los premiados desarrollaron "una técnica realmente elegante" e "iniciaron una forma totalmente nueva de pensar en cómo unir las moléculas químicas".
Con esta técnica se logran reacciones químicas que "son precisas, baratas, rápidas y respetuosas con el medioambiente", agregó la experta.
List intervino en la rueda de prensa por teléfono desde Ámsterdam, donde está de vacaciones. "Ha sido una enorme sorpresa absolutamente inesperada. Realmente de han alegrado el día. Gracias".
El científico alemán explicó que los catalizadores usados antes de sus descubrimientos eran "un millón de veces menos eficientes" y reconoció que, al inicio, no fue capaz de prever todo el potencial de esta técnica, aunque cuando vio como iban funcionado sintió que "podía ser algo grande".