Masacre en Samaniego: escalofriante testimonio de sobreviviente

“Eran cuatro hombres armados y encapuchados, entraron a la casa y gritaron todos al piso, algunos salimos corriendo escondernos en las habitaciones, mientras escuchábamos los disparos y como acribillaban a nuestros compañeros”. Este es el relato de una de las sobrevivientes de la masacre de Samaniego en Nariño. 

• · Estado colombiano deberá indemnizar a Petro con 28.000 dólares
• · Gobierno autorizó otras cuatro rutas desde el aeropuerto de Rionegro

Ella es María*, una de las 30 personas que se encontraba en la fiesta, en zona rural de Samaniego Nariño, el pasado 15 de agosto, en donde la noche se tiño de horror y tragedia cuando 4 hombres encapuchados y armados entraron y sin mediar palabra comenzaron a ejecutar la matanza.

“Recuerdo que un amigo estaba poniendo la música, cuando llegaron ellos (asesinos), eran 4, encapuchado y armados. Gritaron todos al piso, al verlos unos se tiraron al suelo y otros salimos corriendo, yo me escondí, creo que era una habitación”, relató a Caracol Radio María*.

Cuenta que escondida en la habitación y debajo de una mesa comenzó a escuchar los disparos, que parecían no acabarse, eran ráfagas y ráfagas de tiros.

“Estábamos terminando de bailar cuando ellos entraron, no preguntaron por nadie, no dijeron groserías solo gritaron que todos nos tiráramos al piso (…) Salí a correr y se escucharon muchos tiros atrás”.

Esta joven con voz débil afectada aún por haber sido testigo de esa noche de horror y sangre, narró que los asesinos fueron tras quienes habían salido corriendo a esconderse en las habitaciones o cualquier rincón de la casa, que los encontraron y se los llevaron al patio para asesinarlos.

“Recuerdo que yo estaba de espaldas ante uno de ellos (asesinados), pero no sé que pasó, cuando nos fue a disparar se le acabaron las balas del fusil, cargó de nuevo el arma, y comenzó a disparar al aire, y se fue, no dijo nada más”, relató a Caracol Radio.

Dijo que cuando estaban listos para asesinarla junto a sus otros compañeros, en el momento en que estaban en el patio, uno de los sujetos armados escuchó que uno de los heridos estaba respirando, se dio media vuelta y lo remató. “Escuchó (asesino) que Sebastián estaba respirando y le disparó en el piso”, dijo María.

Ella (María), aseguró que teme por su vida y por la de su familia. Contó que todos los que estaban reunidos eran amigos, que ninguno tenía vínculos con organizaciones ilegales, como lo que querido hacer ver las autoridades.

“Todos somos estudiantes, trabajadores, solamente estábamos reunidos tomándonos unas cervezas, nada justifica esta masacre ni que las autoridades digan que es por temas de narcotráfico, somos deportistas”, dijo María.

Por su parte las autoridades no han podido descifrar los móviles de esta masacre, de quiénes están detrás y porque ordenaron la matanza.