Ramírez se defiende de los 'casos polémicos' durante su carrera pública

A través del portal web www.MartaLuciaResponde.com, la vicepresidenta de la República Marta Lucía Ramírez se refirió a varios "casos controversiales", según ella, en los que se ha visto involucrada como funcionaria pública. "Las figuras políticas debemos ser un libro abierto y responder con transparencia a las preguntas ciudadanas", sostiene en la página.

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Por ejemplo, hace mención de los presuntos vínculos con el exjefe paramilitar, Salvatore Mancuso, donde es acusada de haber participado en reuniones con paramilitares en el club el Nogal y de tener una habitación el día antes de que explotara la bomba allí, el 7 de febrero de 2003.

Ante esto, respondió que jamás ha conocido ni ha tenido ningún vínculo con Mancuso, Y también mencionó que "como lo certifica la gerente del club, no es cierto que yo me haya hospedado la noche anterior al atentado ni que Salvatore Mancuso Gómez figure registrado como visitante, ni hospedado entre enero de 2002 a febrero de 2003".

Frente a los presuntos vínculos de su esposo con el denominado 'Memo Fantasma', la vicemandataria aclaró que "en 2006, Guillermo Acevedo (Memo Fantasma) se asoció con Álvaro Rincón para un proyecto de construcción del edificio Torre 85. Hitos Urbanos (en cuya asamblea de socios está Álvaro), realizó un contrato de Fiducia Mercantil Inmobiliaria con la fiduciaria la Previsora en el que participaron Guillermo Acevedo y Carlos Gutiérrez como fideicomitentes".

Y añadió que "cuando se dio esa única relación comercial, 3 entidades expidieron certificaciones institucionales reiterando que no había ninguna investigación o alerta en contra de ellos en el 2006, si estas entidades no tuvieron cuestionamientos sobre ellos, es imposible responsabilizar al socio de una compañía constructora por las actividades de cualquiera de estas personas".

Otro caso es el de Bernardo Ramírez su hermano, que por la vicepresidenta no dar a conocer que él fue condenado por conspiración por narcotráfico en la década del 90, suscitó voces de rechazo que pedían incluso su renuncia. Allí menciona que el hecho pasó hace 23 años, cuando no ejercía ningún cargo público, y que nunca lo escondió ni lo negó, sino que estaban enterados quienes ella creía que lo ameritaban.

E insistió en que la decisión de no discutirlo en público se debió a diferentes consideraciones personales, como la vergüenza y el dolor familiar, que en ocasiones previas había denominado como 'una tragedia'.

Y de manera similar, en el portal mencionado, Ramírez habló de 8 incidentes más, como su relación con Luis Carlos Sarmiento Angulo y las acusaciones de desaparecidos en la operación Orión, asegurando que por respeto a la ley, la democracia y su cargo como vicepresidenta, lleva a cabo este ejercicio.