La carta del presidente Betancur a Román Roncancio
Es una Muestra del cariño del expresidente Betancur por el arte y la cultura.
La carta del presidente Betancur a Román Roncancio(Cortesía)
Corría el año 1982, Belisario Betancur Cuartas estaba a punto de convertirse en presidente de Colombia. Violencia, fuertes problemas económicos y grandes retos estaban por venir.
Vea también: Expresidente Betancur es despedido con honores en ceremonia íntima
A sus 83 años, Román Roncancio recuerda el día en el que Betancur llegó al poder. Él, Roncancio había participado en varios instantes de su campaña electoral. Cuando Betancur fue elegido presidente de Colombia, Roncancio le pintó un cuadro, una semblanza de los paisajes Colombianos inspirado en las tradiciones del país. “le pinte esta obra, se la llevé a Palacio, casi no encuentro en que llevarlo, eso es una vaina muy grande y él la tuvo todo el tiempo en un sitio especial y cuando le entregó el cargo en 1986 al presidente Virgilio Barco, no le dejaron sacar el cuadro de palacio”, explica Roncancio.
El entonces presidente Betancur, le pidió al pintor que le hiciera un documento en donde certificara que el cuadro se lo había regalado y así poderlo sacar de palacio. El exmandatario pudo entonces sacar el cuadro, una obra a la que le había tomado mucho afecto.
Román, con lágrimas en los ojos recuerda cada uno de los momentos en los que pudo conversar con él, “yo me lo encontraba cada nada en Villa de Leyva con la señora y nos encontrábamos en el parque a conversar, me daba consejos y después iba a Barichara y allá también conversábamos, era un tipo sencillo, romántico y conversador sobre la ciencia y el arte”.
Román; pintor, experto y entusiasta de todas las formas de arte, asegura que Betancur fue el presidente que estableció una sala exclusiva para tener cuadros en el palacio presidencial, “como le parece que fue el presidente que hizo un salón especial para tener arte, cuando llegó el presidente Barco, muchos de esos cuadros se fueron a un sótano”, explica.
El expresidente Betancur no pudo ver más a Román Roncancio, pero en una carta enviada por él mismo, le expresa su más sincero agradecimiento por el cuadro que le regaló:
Esa carta la guarda Román como su más preciado tesoro, es quizá la muestra más honesta y sencilla, de un hombre poderoso, con la sensibilidad de un escultor o un poeta.
“Él era un gran personaje” concluye Román.
