Alpe d'Huez, pavés, cronos... Las pistas del Tour de Francia 2018
Este martes se presenta de forma oficial el recorrido del Tour de Francia 2018, un trazado que podría incluir dos cronos largas, adoquines y el regreso del Alpe d'Huez.
España
Este martes se conocerá el recorrido del Tour de Francia 2018, una edición que podría incluir duras etapas de montaña, bastantes kilómetros contra el crono (hasta 70) y los siempre temibles tramos de pavés. A través de las redes sociales y de las informaciones de medios locales recopiladas por el portal VeloWire, estas son algunas pistas del que podría ser el recorrido definitivo del Tour de Francia 2018.
Hasta la fecha, lo único confirmado de forma oficial son las tres primeras etapas, con la gran salida en Noirmoutier-En-l'Ïle, (el aplazamiento de la carrera por el Mundial de Rusia impedirá que el pelotón atraviese el Paso del Gois), otra llegada al sprint en Mouilleron-Saint-Germain y una crono por equipos de 35 kilómetros con inicio y salida en Cholet en la tercera jornada que hará las primeras diferencias de la carrera.
En esta primera semana de carrera, los ciclistas podrían afrontar la llegada al duro Mur de Bretagne, que se subiría por tercera vez tras las llegadas de 2011 (con victoria de Cadel Evans) y 2015 (con triunfo de Alexis Vuillermoz) y también podrían afrontar contacto con el pavés con una posible llegada a Roubaix tras afrontar tramos de adoquines míticos de la París-Roubaix como Camphin-en-Pévèle, Gruson o Carrefour de l'Arbre.
La montaña hará su aparición en la segunda semana tras la primera jornada de descanso con subidas a varias cimas míticas de los Alpes. El primer contacto con la montaña apunta a una llegada en Le Grand Bornand con las subidas a Glieres, Romme y la Colombiere, tras el que afrontarán un largo descenso a meta. Al día siguiente, los corredores afrontarán otra dura etapa con llegada en alto a La Rosière y antes podrían subir la Bisanne, Pré y la Cormet de Roselend. Completaría el tríptico de los Alpes el regreso al recorrido del mítico Alpe d'Huez, aunque no se haría por su tradicional ascensión, sino por la vertiente de la Sarenne, que se ha subido en la última edición del Dauphiné. Antes de este final, el pelotón podría realizar la subida al Col du Glandon. Esta segunda semana podría concluir con un exigente final en el aeródromo de Mende y una posible llegada a Carcassonne.
Si los Alpes pueden ser protagonistas en la segunda semana, los Pirineos se podrían erigir como jueces de la carrera en la semana final. La carrera podría llegar a Luchon o a Viella (con la subida al Portillon) en esta primera toma de contacto con los puertos pirenaicos. Tras una llegada a Pau, los ciclistas retomarán el contacto con la montaña con una posible llegada a Luz Ardiden, donde no se sube en el Tour desde 2011, previo paso por Aspin y el mítico Tourmalet, e incluso la organización podría apostar por la subida inédita al Col de Portet, en las inmediaciones de Saint-Lary-Soulan. Cerraría el tríptico pirenaico una llegada inédita a Artouste tras pasar por Hourcere, Soudet y Marie-Blanque. La traca final la pondría una dura y exigente crono de 32 kilómetros con final en Espelette, en el País Vasco francés y la dura rampa del Col de la Pinodieta, a 4 kilómetros de meta, que se disputaría en la penúltima etapa.