Corrupción y lentitud abocan a Colombia a nueva reforma a la justicia
El presidente Santos anunció esta semana su voluntad de debatir una necesaria reforma a la Justicia.
El estallido de nuevos casos de corrupción y la lentitud en la administración abocaron a la Justicia colombiana a plantear un nuevo intento de reforma en la recta final del Gobierno de Juan Manuel Santos, pese al fracaso de los anteriores esfuerzos
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Alarmado por la desconfianza generalizada hacia la Justicia en el país, el presidente Santos anunció esta semana su voluntad de debatir una necesaria reforma a la Justicia y preparar un anteproyecto de ley que el Gobierno aspira a discutir a contrarreloj en la última legislatura del actual Congreso
"Cuando un país pierde la confianza en la Justicia, ese país está en problemas", afirmó el mandatario decidido además a disolver por ineficaz el Consejo Superior de la Judicatura, encargado de administrar la rama judicial y promover su buena imagen
Precisamente esta semana se conoció una grabación en la que el magistrado Henry Villarraga, sellaba contactos con un coronel del Ejército investigado por un caso de ejecuciones extrajudiciales para apartar su caso de la Justicia ordinaria y asignarlo a un tribunal militar
"Sí hay que hacer una reforma a la Justicia. Se está hablando nuevamente, con un escándalo que hubo hace unos días de un magistrado del Consejo Superior de la Judicatura, de abolir ese Consejo Superior", subrayó el mandatario
También ayudó a tomar esta decisión la detención hace dos semanas de once funcionarios de la rama judicial, incluidos dos jueces, que supuestamente manipularon la adjudicación de casos a determinados fiscales y magistrados a cambio de dinero para beneficiar a los acusados, investigación que sigue abierta
Por el momento, la Corte Suprema de Justicia ya ha expresado su apoyo a la iniciativa y se ha mostrado dispuesta a participar en la discusión y en el trámite de esa reforma, mientras que la Procuraduría (Ministerio Público) ha advertido que estos cambios no deben hacerse en "momentos coyunturales"
La discusión de esta nueva reforma a la Justicia trae malos recuerdos en Colombia
Y es que el año pasado el Congreso aprobó un proyecto que el Gobierno de Santos había presentado en 2010 que, si bien partía de la necesidad de agilizar los trámites y reducir la burocracia, quedó convertida en un texto que blindaba judicialmente a políticos y altos funcionarios gracias a unos cambios subrepticios incluidos por un grupo de legisladores
Santos tuvo que salir una semana después a convocar una sesión extraordinaria en la que la iniciativa quedó archivada, por unanimidad y por decencia, pues los procesos abiertos en contra de 1.500 congresistas, exministros y altos funcionarios podrían haber quedado en el limbo jurídico
A este fiasco, que le costó el puesto al entonces ministro de Justicia Juan Carlos Esguerra, se suma un nuevo obstáculo para el anteproyecto, que es la falta de tiempo para debatirlo en el Congreso
La última oportunidad que Santos tiene para proponer el anteproyecto en este Capitolio, en el que cuenta con más amigos que enemigos, es la legislatura del segundo trimestre de 2014, que se puede ver contaminada por el ambiente de las elecciones parlamentarias del 9 de marzo próximo
En ese lapso tan corto de tiempo es muy difícil abordar una reforma que la paquidérmica Justicia colombiana requiere desde hace décadas, y se haría necesario esperar a plantear el anteproyecto en junio de 2014, cuando habrá quedado conformado el nuevo Congreso
Además, cabe la posibilidad de que el gran opositor del presidente Santos, que es su antecesor Álvaro Uribe (2002-2010), llegue al Senado como cabeza de una numerosa lista y bloquee el anteproyecto de la reforma a la Justicia, dado que siempre ha expresado su rechazo hacia esas iniciativas y su apoyo a una Asamblea Constituyente
De este modo, la ansiada reforma a la Justicia en Colombia puede toparse con un nuevo escollo en su largo camino para librarse de la ineficacia y la corrupción que agobian a esta rama del poder.