Datos de interés al Senador Gerlein

No podría entrar a descalificar al Senador Roberto Gerlein por varias cosas, la primera de ellas es una que seguramente le han recordado continuamente en los últimos días, y a la que durante todas estas líneas me voy a referir, y es al respeto. La segunda de ellas es simple lógica y razón, y es que no conozco el palmarés político que el senador tiene en su carrera como funcionario público, en donde seguramente ha tenido aciertos y por esa razón ocupa una curul y eso no tiene discusión. Pero así como Yo no conozco ni tengo debidamente referenciado a Roberto Gerlein, el seguramente no tuvo muy en cuenta algunos datos que vale la pena dárselos a conocer no solo a él, sino a todos los que descalifican y señalan a la comunidad LGBTI sin ponerse por un segundo en la piel de una persona que a diario debe asumir una posición de defensa para su propia vida, derechos e integridad física y moral. Y es que una relación entre dos hombres o dos mujeres es mucho más que un acto sexual y al que según el senador Gerlein merece ser catalogado como sucio y excremental. La vida en pareja de dos personas del mismo sexo es según organismos como Naciones Unidas, una de las hazañas más difíciles en materia de derechos y equidad en países que como Colombia aun están más cerca de la época de la inquisición, que de convertirse en una sociedad abierta y respetuosa de las diferencias. Basta con revisar las cifras de la organización independiente Colombia Diversa que en sus informes en años anteriores (2008 y 2009) fueron reportados 127 asesinatos por temas de orientación sexual, 57 de estos eran hombres gay, 31 homosexuales, 4 lesbianas y 35 transgeneristas. Cabe destacar que el gobierno no cuenta con una organización que lleve este tipo de cifras por lo que es muy difícil determinar si estos números permanecen o por el contrario aumentan. Solo hasta 1980 la homosexualidad en Colombia fue despenalizada, hasta 1991 gracias a la expedición de la nueva constitución se permitió el derecho al libre desarrollo de la personalidad, y lo que aun es un defecto judicial de nuestro sistema, no se ha creado la figura de delito por homofobia que agravaría las penas en estos hechos, que han dejado victimas como Leon Zuleta, líder del movimiento de liberación homosexual asesinado en 1993, o el otro reconocido caso de Manuel Antonio Velandia, quien sufrió un atentado con explosivos en su casa y debió exiliarse en España durante 2007 y solo hasta 2010 se le concedió el asilo. El senador Gerlein ha dicho esta semana que no tiene porque pedir disculpas, que a nadie ha ofendido ya que lo dicho pertenece a una opinión personal, pero es que no es cuestión de mirar que se dice, sino donde se dice, hacia quien va dirigido y de qué manera puede afectar a una población vulnerable, en este caso una que como podemos darnos cuenta es una comunicad discriminada, maltratada y que a pulso se ha ganado lo poco que muchas sociedades les han querido negar.