Fiscalía acusa Samuel Moreno por ‘carrusel de la contratación’

Ante la Juez 11 de Conocimiento, Ricardo González, fiscal tercero delegado ante la Corte Suprema de Justicia, acusó formalmente al exalcalde de Bogotá, Samuel Moreno Rojas, por cuatro delitos. Según la Fiscalía, él y su hermano se habrían apropiado de más de 15 mil millones de pesos

Moreno Rojas, tendrá que responder por los delitos de cohecho propio, interés indebido en la celebración de contratos, peculado por apropiación y concusión ante el Juzgado once Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento, donde se radicó el escrito de 35 páginas. Frente al delito de cohecho propio, la Fiscalía estableció que hubo una serie de relaciones y encuentros donde "se estructuraron 'comisiones de éxito', en garantía del acuerdo de pagar al alcalde y a su hermano un porcentaje del valor de unos contratos", en los cuales tuvo injerencia el exalcalde Moreno Rojas. Dicha comisión equivalía al ocho por ciento del valor total de cada uno de los contratos que se adjudicaran en relación a la licitación de la Malla Vial y que sería repartida entre los hermanos Moreno Rojas, el abogado Álvaro Dávila y el excontralor distrital Miguel Ángel Moralesrussi, según la Fiscalía. "El abogado Álvaro Dávila Peña fijó como garantía de cumplimiento, el pago de 'comisiones de éxito', a través de la suscripción de contratos de prestación de servicios profesionales como abogado, por parte de los representantes legales de las firmas proponentes de los contratos de obras de malla vial materia de adjudicación", señala el escrito de acusación. Para dichas 'comisiones de éxito' se pagaron cerca de 6.992 millones de pesos por el contrato 071 del 2008 y cerca de 8.040 millones de pesos por el contrato 072 del 2008, para un total de dinero que se acerca a los 15.031 millones de pesos. "Esta promesa remuneratoria a favor del Alcalde y de su hermano, estructurada por el abogado Álvaro Dávila Peña a pagar por los miembros del denominado 'Grupo Nule' se haría efectiva una vez recibido el dinero producto del anticipo. Estas conductas son reprochadas por la Fiscalía y que Samuel Moreno como alcalde de Bogotá habría vulnerado con su conducta y sin justa causa la administración pública atentando contra la moralidad y la transparencia al obrar de esa manera. "Samuel Moreno Rojas como alcalde Mayor de Bogotá, actúo de manera contraria a sus deberes oficiales, en la medida en que previamente a esas adjudicaciones, tras la promesa dineraria estimulante, controló el proceso de evaluación y selección de los contratistas, conjuntamente con funcionarios del IDU, y los particulares que participaron en ese cometido, entre ellos Emilio Tapia Aldana", precisa el escrito de acusación

Frente al delito de interés indebido en la celebración de contratos se aduce que el alcalde tenía la posibilidad de injerencia en los procesos de contratación de la Fase III de Transnmilenio, Malla Vial y Valorización, porque tenía poder de tutela y jerarquía sobre el Instituto de Desarrollo Urbano IDU. Agrega el documento que por ley el alcalde conoció del trámite, objetos y valores de dichas contrataciones que fueron de gran impacto en la ciudad y que además habría impartido instrucciones en reuniones llevadas en su despacho y en la dirección general del IDU. Para tales fines, según la Fiscalía se habrían modificado las condiciones para contratar con el Distrito, como la disminución de los requisitos de experiencia general, lo cual favoreció a las empresas representadas por los primos Manuel, Miguel y Guido Nule y su socio Mauricio Galofre y los contratistas Julio Gómez y Emilio Tapia. También se advierten irregularidades en la cesión de del contrato 137 del 2007 correspondiente a la Fase III de Transmilenio de la Unión Temporal Transvial a Sociedad Futura Grupo Empresarial Vías de Bogotá, toda vez que el contrato inicialmente fue de cerca de 316 mil millones de pesos y pasó a un total de al menos 468 mil millones de pesos. Igualmente en los contratos de valorización se manifiesta por parte de la Fiscalía que estos "podían ser cumplidos únicamente por proponentes que ya habían contratado con el Distrito, es decir, se hizo una concentración de la contratación"

Ante estas irregularidades la Fiscalía asegura que el exalcalde conoció del trámite de estos contratos y de la adjudicación de los mismo en el interior del IDU y que en desarrollo de lo cual los contratistas Julio Gómez y Emilio Tapia inicidieron directamente en la recomendación para designar funcionarios. "Entre ellos Luis Eduardo Montenegro Quintero, subdirector del IDU y Claudia Patricia Otalora Cano, jefe de planeación, aspecto que permitió incluir o suprimir requisitos, obtener información de lo que aconteciera y de esta forma manejar el orden de elegibilidad a través del rechazo o admisión de proponentes", puntualiza el escrito. De otra parte en el delito de peculado por apropiación, se estableció que el exalcalde determinó que terceros, en el caso puntual la firma cesionaria Promesa de Constitución de Sociedad Futura Grupo Empresarial Vías Bogotá SAS se beneficiara, supuestamente, con dineros del Estado. En la cesión del contrato 137 del 2007 aparentemente hubo intereses para beneficiar a Conalvías y que para ello se realizaron una serie de reuniones y se emitieron comunicados el dos de febrero del 2010 entre el IDU, Conalvías y la aseguradora Segurexpo de Colombia S.A

En cuanto al delito de concusión, la Fiscalía señala que 13 de mayo del año 2010 en la sala VIP de Avianca del Aeropuerto El Dorado, en el vuelo Bogotá-Miami, el exalcalde le solicitó a Miguel Eduardo Nule Velilla cinco mil millones de pesos para que fuera beneficiado con una solicitud que se interpuso ante el IDU por parte del abogado Jorge Pino Ricci frente al pago del siniestro por el incumplimiento del contrato 137 de 2007. Agrega que en la Sala VIP estaban Miguel Nule Velilla, Samuel Moreno, su esposa Cristina González, Emilio Tapia y sui exesposa Astrid Sofia Hoyos, la presentadora Viena Ruiz Estrada y Andrés Felipe Ortiz Renneberg, excoronel de Venezuela, quienes habrían visto conversar al exalcalde con el polémico empresario.