Aumenta la actividad en el volcán Tungurahua

La actividad del volcán Tungurahua, situado en el centro andino de Ecuador, aumentó en las últimas horas con la generación de explosiones y episodios de tremor o temblor constante por la salida de gas y ceniza, informó hoy el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional.
En las últimas 24 horas se han registrado 30 explosiones, 91 sismos de largo periodo, relacionados con el movimiento de fluidos en el interior del volcán, y tres señales de tremor, por la emisión continua de gases y ceniza.
Un informe especial del Instituto señala que la actividad se incrementó a partir de la noche del viernes, cuando la red de sismógrafos instalados en la montaña detectó "una señal sostenida de tremor sísmico o vibración interna, la cual estuvo acompañada por bramidos constantes provenientes del volcán".
El temblor constante y leve estuvo acompañado de esporádicas explosiones y, pese a la alta nubosidad en la montaña, los científicos advirtieron de un brillo intenso en la cima, así como un derrame leve de material incandescente desde el cráter.
Durante las cuatro horas en que se prolongó el tremor, los vigilantes del Tungurahua reportaron la vibración de cristales de ventanas en viviendas cercanas, así como del suelo.
El incremento del número de explosiones se registró desde las primeras horas de la mañana de hoy, mientras que las constantes emisiones han causado la caída de una fina capa de ceniza en las localidades de Pelileo, Quero, El Manzano, Cahuají, Choglontus y Puela, vecinas del volcán, agrega el comunicado.
El Instituto Geofísico indicó que, pese al aumento de la actividad, su intensidad no alcanzó el nivel registrado durante las erupciones del 14 de julio y 16 de agosto del año pasado.
Ese último proceso eruptivo de agosto de 2006 causó la muerte de seis personas, arrasó grandes extensiones de cultivos y obligó a la evacuación de miles de personas que habitan en poblados cercanos, especialmente en el sector sur y suroeste del volcán.
El Instituto Geofísico señala en su informe que la actual situación en el Tungurahua se enmarca en un nuevo ciclo de actividad, cuyas primeras manifestaciones se registraron en octubre pasado, cuando se notó una inyección de nuevo magma y altas tasas de emisión de dióxido de azufre (SO2).
Ante la actual coyuntura, el Instituto advierte dos "escenarios" posibles de evolución.
La primera de ellas advierte que continuaría la emisión constante e importante de ceniza, así como explosiones de intensidad moderada o alta, sin mayores consecuencias.
El segundo "escenario" advierte de un sostenido incremento de la actividad, parecido al que precedió a las erupciones de julio y agosto del año pasado.
"En este caso, podrían producirse nuevamente erupciones altamente explosivas, generadoras de flujos piroclásticos (rocas incandescentes) después de varias horas en que el tremor interno haya alcanzado energías muy superiores" a las que se registraron hoy, añade el informe.
Dado que no se puede predecir con exactitud la evolución del Tungurahua, el Instituto Geofísico informó de que se mantendrá "alerta, ante cualquier cambio en la actividad del volcán y mantendrá informada a la ciudadanía, de manera permanente, sobre los cambios que puedan darse".
El Tungurahua, de 5.029 metros de altitud, situado a unos 180 kilómetros al sur de Quito, inició su actual proceso eruptivo en 1999, y desde entonces ha intercalado periodos de gran actividad, con lapsos de relativa calma.