Argentina respalda a Bolivia para revertir veto a ciudades con alturas superiores a 2500 metros para jugar futbol

El gobierno argentino anunció su respaldo a las gestiones que desarrolla Bolivia para revertir el veto de la FIFA al fútbol de altura, durante una reunión entre autoridades de ambos países realizada en Buenos Aires.
En el encuentro, el ministro de la Presidencia de Bolivia, Juan Ramón Quintana, y el viceministro de Deportes de ese país, Milton Melgar, expresaron su preocupación ante el canciller argentino, Jorge Taiana.
"Esta reunión sirvió para recibir el apoyo del gobierno argentino a la cruzada que lleva a cabo el gobierno boliviano para revertir las acciones unilaterales tomadas por la FIFA", explicó Quintana, al término de la reunión realizada en la Cancillería argentina.
El ministro sostuvo que se ha informado al canciller acerca de todas las acciones desarrolladas por Bolivia y consideró que la reunión "fue muy positiva" porque sirvió además para intercambiar criterios en torno a iniciativas que se impulsarían a nivel regional.
"Existe una amplia predisposición para preparar un pronunciamiento de todos los mandatarios del Mercosur en caso de que la decisión no se revierta el próximo 14 y 15 de junio en Asunción", cuando la Conmebol analizará la medida, resaltó Quintana.
En tanto, Melgar dijo que "la idea es hacer una campaña internacional para que los que tomaron esta decisión tengan verdadero conocimiento de a quienes perjudican con esta medida", que impide la disputa de partidos internacionales oficiales en estadios situados a más de 2.500 metros de altura sobre el nivel del mar.
Del encuentro también participaron el ex jugador boliviano y actual asesor del equipo estadounidense United Marco Antonio Etcheverry; el secretario argentino de Deportes, Claudio Morresi; el Subsecretario de Política Latinoamericana de este país, Agustín Colombo Sierra; y autoridades de la Federación Boliviana de Fútbol.
"Esta decisión de la FIFA es discriminatoria ya que condena a millones de ciudadanos a no jugar con toda la libertad y además quedaría latente el riesgo de que esta decisión pueda desencadenar, en cascada de vetos a otras disciplinas que pondrían en riesgo todo el entorno que gira alrededor del deporte", alertó Quintana.
A tono, Etcheverry señaló que no se puede prohibir donde jugar y consideró que "no es un ventaja para Bolivia jugar en la altura".
Por su parte, Morresi manifestó que "no se puede dejar de expresar la preocupación tanto por el procedimiento como por el contenido parcial de lo resuelto a favor de la salud de los deportistas".
"Consideramos que debieron asegurarse los espacios para que cada postura tenga su legítima argumentación y que sea el posterior análisis científico el que derive en una resolución", advirtió el secretario argentino de Deportes.
El Comité Ejecutivo de la FIFA decidió el pasado 27 de mayo no permitir la disputa de partidos oficiales internacionales a más de 2.500 metros en base a "razones médicas y para proteger la salud de los jugadores".
Esta medida afecta principalmente a la selección boliviana, que juega muchos de sus encuentros internacionales en La Paz (3.600 metros) y a Ecuador, cuya capital, Quito, está a 2.850 metros.
De hecho, la Federación Boliviana de Fútbol ha encabezado, con el acompañamiento de Ecuador, Colombia y Perú, protestas contra la decisión del máximo órgano de dirección del fútbol mundial.