Zapatero ofrece un gran pacto contra ETA entre las duras críticas del PP

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ofreció hoy en el Parlamento un gran pacto contra el terrorismo de ETA, en medio de las duras críticas de la principal fuerza de la oposición, el conservador Partido Popular (PP), que deja sembrado de obstáculos el camino hacia el consenso.
Los enfrentamientos entre el gobernante Partido Socialista (PSOE) y el opositor PP han marcado los nueve meses de alto el fuego de ETA, roto el pasado día 30 al colocar la banda terrorista un coche-bomba en una aparcamiento del aeropuerto madrileño de Barajas, que causó la muerte a dos inmigrantes ecuatorianos.
Esa misma tónica de reproches, que de hecho comenzaron con la victoria contra pronóstico de Zapatero en las elecciones de marzo de 2004 tras el atentado de matriz islamista en el que murieron en Madrid 191 personas, se repitió hoy en la Cámara Baja del Parlamento, ajena a la unidad que predican todos los partidos contra el terrorismo.
Zapatero comenzó su intervención con un recuerdo a las víctimas -Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio- y el reconocimiento de que había cometido un "claro error" al haber dicho horas antes del atentado de Barajas que en el plazo de un año las cosas estarían mejor respecto al problema terrorista de ETA.
Luego repasó la historia reciente de España desde la muerte de Franco en 1975 y la restauración de la democracia y los intentos fallidos de sus predecesores -el también socialista Felipe González en 1988 y el conservador José María Aznar diez años después- de dialogar con ETA para acabar con la violencia terrorista, que en cuatro décadas se ha cobrado la vida de más de 800 personas.
De esa constatación partió su llamamiento a la unidad, que implica, dijo, un mensaje de esperanza para la sociedad española y otro de firmeza hacia ETA, para explicarle que su actividad criminal es inútil con independencia del partido que gobierne.
"En este momento es necesario y conveniente renovar la unidad democrática ante el terrorismo", afirmó Zapatero, quien señaló que trabajará por "un gran consenso democrático", que aúne no sólo a los dos grandes partidos, sino a todas las fuerzas democráticas, las organizaciones sociales y cívicas y los colectivos de inmigrantes.
De acuerdo con este planteamiento, anunció que convocará en los próximos días una reunión del Pacto Antiterrorista, firmado en 2000 entre PSOE y PP para analizar la situación actual y debatir las posibilidades de consensuar una política de vasto alcance para combatir a ETA.
Con el mismo objetivo, avanzó que el Gobierno convocará también al resto de fuerzas políticas parlamentarias -que sí le apoyaron durante el alto el fuego de ETA- para lograr ese gran consenso.
En su turno de intervención desde la tribuna parlamentaria, el líder del PP, Mariano Rajoy, tuvo duras palabras para Zapatero, como cuando le dijo que se ha dejado "tomar el pelo por un rebaño de asesinos" o que apoyar su política antiterrorista es un "suicidio".
Rajoy retó al jefe del Gobierno a que demuestre que "ha roto definitivamente su relación" con ETA y asegure que nunca hará concesiones políticas a la banda terrorista y que Batasuna (su ilegalizado brazo político) no se reincorporará a la vida pública.
"Si quiere pactar conmigo tendrá que ser en el marco del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo", dijo el líder opositor, que durante el alto el fuego ha acusado a Zapatero de romper ese acuerdo, del que no participaban el resto de fuerzas políticas, que si apoyaron, en cambio, una resolución parlamentaria que autorizaba al Gobierno a dialogar con ETA, si la banda dejaba las armas.
Sin ceder ni un momento en su tono crítico, Mariano Rajoy, que fue ministro del Interior y vicepresidente del Gobierno con Aznar, se mostró convencido de que la puerta abierta al diálogo ha propiciado que ETA esté ahora "más fuerte que nunca", porque, a su juicio, Zapatero les ha "regalado tiempo y tranquilidad".
En su turno de réplica, el líder socialista le pidió, sin éxito, que retirara esa afirmación, antes de afirmar que, pese a todo, "ha merecido la pena intentarlo" y que más allá de sus diferencias con el PP daba por "zanjada" la polémica y los "insultos" que dice haber recibido, si sirve para "que estemos juntos contra el terrorismo".