Cultura

La brujería en Egipto, un negocio de enfermedades, demonios y mucho dinero

Solterones en busca de pareja, mujeres estériles, esposas engañadas que desean recuperar a sus maridos, impotentes y enfermos desahuciados son la carne de cañón que alimenta el lucrativo negocio de la magia y la hechicería en Egipto.

Solterones en busca de pareja, mujeres estériles, esposas engañadas que desean recuperar a sus maridos, impotentes y enfermos desahuciados son la carne de cañón que alimenta el lucrativo negocio de la magia y la hechicería en Egipto.
Así constata un estudio y sondeo realizado recientemente por el Centro Nacional de Investigaciones Sociales y de Delitos de El Cairo, que aseguró que casi 300.000 brujos, curanderos y adivinos mueven anualmente alrededor de 1.735 millones de dólares.
En sus sesiones y rituales, hay quienes recitan versículos del Corán o usan agua bendita con ese libro, mientras que otros recurren a brebajes e infusiones de yerbas, sahumerios, huesos y pieles de animales.
Si estos remedios inofensivos fallan, pueden recurrir a tremendas palizas para ahuyentar a los demonios, que en ocasiones llegan a matar al paciente.
En cuanto a los adivinos, éstos escudriñan el futuro en el poso que queda en una taza de café o té bebido por el cliente, o examinan Coranes que supuestamente se mueven solos, colgados de un hilo, para dar respuesta a las dudas más acuciantes.
Otros celebran "al zaar", ritual pagano originario de Etiopía, en que los "poseídos por los malos espíritus" entran en violento trance al ritmo de tambores hasta conseguir expulsar de su alma al visitante maldito.
La sociedad egipcia se ha visto conmocionada varias veces en los últimos años por trágicas muertes y asesinatos causados por la brujería.
Entre ellas figura la del pescador Mohamed al Arusy, de 63 años, que en junio del año pasado resultó muerto durante una paliza de seis horas, que le dio un hechicero con un bastón y un cable eléctrico para ahuyentarle "los demonios del cuerpo".
El culpable dijo ante la policía que comenzó a dedicarse a esa práctica hacía cinco años, cuando renunció a su puesto en el ministerio de la Vivienda.
Tres meses antes, el respetable abogado Tarek al Farach, de 41 años, confesó que se había visto obligado a extraer con un perforador de mármol el corazón, el cerebro y los intestinos de su vecino para que dejara de causarle daños mediante "los genios" que invocaba en sus oscuras sesiones.
Un sondeo realizado recientemente por expertos del Centro Nacional de Investigaciones Sociales y de Delitos consigna que en Egipto hay casi 300.000 hechiceros, curanderos, adivinos y exorcistas, en un país con un población de 72 millones de habitantes.
Esto significa que uno de cada 240 egipcios se dedica a profesiones "poco católicas", o mejor dicho, "poco musulmanas".
La creencia en las supersticiones y la magia negra entre los varones de clase media de las zonas urbanas y rurales llega a un 24,3 y un 28,6 por ciento, respectivamente, mientras que entre los obreros de la ciudad y el campo sube a entre 54 y un 53 por ciento, consigna la encuesta.
En las mujeres de clase media de las regiones urbanas y rurales, el promedio se acerca al 39,9 y 41,1 por ciento, respectivamente, al tiempo que entre las figuras del mundo político, intelectual, deportivo y artístico registra un 38 por ciento.
La religión islámica -profesada por casi el 90 por ciento de la población- condena rotundamente quienes practican o recurren a la magia parar resolver sus problemas.
"El Islam prohíbe recurrir y someterse a la hechicería por considerarla una práctica de "kfar" (impiedad), un pecado de tal gravedad como el adulterio y el politeísmo", señaló Abdelmoty Basiuni, uno de los prestigiosos ulemas musulmanes de Egipto.
La legislación egipcia sanciona a los practicantes de magia negra como timadores, pero cada año solo se registra una media de 300 denuncias relacionadas con estos delitos.

El siguiente artículo se está cargando

Caracol Radio
Directo

Tu contenido empezará después de la publicidad

Programación

Ciudades

Elige una ciudad

Compartir

Más acciones

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad