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El general contratista del Estado que fue mencionado por “Otoniel”

Leonardo Barrero, señalado de ser parte del Clan del Golfo, ha contratado con la Alcaldía de Cali, MinInterior y las Fuerzas Armadas.

El general en retiro Leonardo Barrero Gordillo, de 61 años, mencionado ante la JEP por alias Otoniel como un presunto colaborador de paramilitares ha sido contratista de la Secretaría de Seguridad de Cali, del Ministerio del Interior y del Comando General de las Fuerzas Militares, organismos con los que firmó ocho contratos desde noviembre de 2018 a la fecha por más de 691 millones de pesos, como lo registra el Sistema Electrónico para la Contratación Pública (Secop). 


El primer contrato del general en Cali fue ejecutado entre el 9 de septiembre y el 31 de diciembre del 2021 por un valor de $44.152.000. Barrero Gordillo asesoró a dicha entidad en la implementación de un centro de gestión del conocimiento y la innovación en temas de seguridad y justicia en la capital del Valle; iniciativa que todavía no ve la luz y de la que se habla desde el 2020 cuando era secretario Carlos Alberto Rojas. 

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El segundo convenio, que estaba en ejecución hasta el 30 de junio próximo y que ayer el alcalde Jorge Iván Ospina ordenó terminarlo, tiene un valor de $66.228.000. En este contrato el general asesora la «implementación de la estrategia de prevención situacional del delito» en la ciudad, que, palabras más, palabras menos, es ayudar en la planeación de acciones que lleven a prevenir que en Cali se cometan delitos. El primero lo supervisó Guillermo Londoño Ricaurte, subsecretario de Política de Seguridad, mientras que el segundo contrato lo inspeccionó el secretario de Seguridad de Cali, Carlos Soler.

Públicamente el jefe de esa cartera dijo que Barrero Gordillo fue elegido para el contrato en una baraja de tres generales retirados que estaban como candidatos. Afirmó que le hizo la propuesta laboral a él por «sus condiciones y calidades» y porque no tenía investigaciones de ningún tipo. «Estamos construyendo la política de seguridad de Cali y necesitamos muchas visiones de personas que hayan trabajado en el tema», agregó el secretario. 

Los otros contratos que le registran a Barrero Gordillo en el Secop tienen que ver con asesorías que él ha realizado con el Ministerio del Interior y el Comando de las Fuerzas Militares. Dos de estos convenios fueron firmados por el militar con la Dirección de Derechos Humanos de ese Ministerio, los dos sumaron 323 millones de pesos y fueron ejecutados entre enero de 2019 y 2020.

En ambos convenios el objeto contractual como asesor fue el mismo: «Apoyar el fortalecimiento, seguimiento y evaluación del Plan de Acción Oportuna (PAO)», una comisión interinstitucional que cada tres meses hace seguimiento a las amenazas reportadas en todo el país en contra de defensores de derechos humanos, líderes sociales y comunales, y periodistas.

En medio del desarrollo de dichos convenios, el general firmó otro contrato por 69 millones de pesos con el Comando General de las Fuerzas Militares para ser el asesor de la planeación estratégica de esa oficina, que coordina toda la táctica del Ejército, la Armada de Colombia y la Fuerza Aérea. El convenio iba hasta el 31 de diciembre de 2019, pero el contrato fue terminado de forma anticipada el 1 de junio de ese año por solicitud de Barrero Gordillo. El general recibió por su trabajo $6.900.000.

Después de terminar estos contratos, Barrero Gordillo volvió a firmar con la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio del Interior para asumir las mismas funciones como asesor del PAO entre el 9 de febrero y el 10 de agosto de 2021, un mes antes de iniciar trabajo con la Secretaría de Seguridad de Cali. Su contrato contemplaba un salario mensual cercano a los 15 millones de pesos.

Desde Las Cuentas Claras tratamos de contactar al general Barero Gordillo, pero hasta la publicación de este artículo no ha sido posible.

El general siempre ha certificado en su hoja de vida que tiene un Diplomado en Seguridad y Prevención de Riesgos, de la Escuela de Inteligencia y Contrainteligencia Brigadier General Ricardo Charry Solano, y una Maestría en Defensa y Seguridad Nacional, de la Escuela Superior de Guerra. También cursos de «Operaciones para el mantenimiento de la paz», con el Instituto Lester Pearson, de Canadá.

Hay que recordar que Barrero Gordillo, quien prestó servicio activo entre 1977 y 2014, salió por la puerta de atrás cuando hace ocho años fue relevado del cargo de comandante general de las Fuerzas Militares luego de que la Revista Semana revelara un audio en el que el general habla con el coronel Róbinson González del Río, investigado por falsos positivos. A este le dice que no se deje «joder de esos hp fiscales (que lo investigan)» y que deben «armarse como una mafia para denunciarlos».

Una trayectoria polémica

Desde su salida del servicio, que terminó el 7 de abril de 2014, como personal agregado al Comando del Ejército, Barrero Gordillo ha estado inmerso en polémica. El 15 de febrero pasado fue mencionado por Silvia Charry, de Blu Radio, en un documento reservado de la Fiscalía en el que señalaban que el general podría ser el mismo alias el Padrino, un integrante investigado de la organización narcotraficante La Cordillera, que opera en Nariño para el Clan del Golfo. Esa supuesta vinculación se dio en medio de la captura de los coroneles retirados del Ejército Harry Leonardo Gómez Tabares, excomandante del Batallón Boyacá, y Róbinson González del Río. Lo anterior ha sido negado por el general en reiterados momentos.

Cinco días después, el periodista Daniel Coronell contó que el general fue mencionado ante la JEP por alias Otoniel, jefe del Clan del Golfo, como un supuesto colaborador de grupos criminales «desde cuando era teniente coronel y comandante de batallón» y que «le pagaban para que facilitara el narcotráfico, la minería ilegal, el tráfico de personas y también la acción de los paramilitares». A esta afirmación, el general respondió en un comunicado que buscará limpiar su nombre del «espectáculo mediático» que han generado «las mentiras» del comandante de dicho grupo armado.

El general tuvo una carrera militar vertiginosa durante los dos periodos presidenciales de Álvaro Uribe Vélez, entre 2002 y 2010. En ese lapso, el general fue jefe de la Séptima Brigada y comandante de la Décima Sexta Brigada, entre el 1 de diciembre de 2002 y el 27 de noviembre de 2006, y comandante de la Vigésima Novena Brigada del 28 de noviembre de 2006 al 1 de julio de 2009. Mientras el hoy exsenador era primer mandatario, Barrero Gordillo coordinó ocho unidades militares y pasó de coronel a brigadier general, además de recibir seis condecoraciones, dos de ellas de máximo grado: la Cruz de Boyacá y la Orden al Mérito Militar Antonio Nariño.

Por eso, cada que puede, el general le agradece al expresidente, como quedó demostrado el 31 de agosto de 2021 cuando el militar le compartió una nota al exsenador luego de que este saliera de hablar en su finca El Ubérrimo con el padre Francisco de Roux, esto en el marco de un reconocimiento extrajudicial de verdad. Uribe Vélez, en 2015, acompañó al oficial retirado cuando fue candidato a la Gobernación del Cauca en 2015, pero no logró ganar. La nota decía: «Trabajé directamente con usted como comandante ocho años. Jamás recibí ni supe de instrucciones que comprometieron la legitimidad de las instituciones [...] mi admiración por siempre». El expresidente compartió en redes sociales la misiva.

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