Gustavo Villegas: el personaje oscuro que une a Fico y a Fajardo
Villegas fue secretario de Gobierno en la alcaldía de Sergio Fajardo y secretario de Seguridad de la alcaldía de Federico Gutiérrez
Hay un común denominador entre Federico Gutiérrez y Sergio Fajardo: su mano derecha en sus alcaldías fue el mismo Gustavo Villegas, capturado por ser el colaborador principal de la Oficina de Envigado y condenado a 33 meses de prisión luego de llegar a un preacuerdo con la Fiscalía.
Villegas fue capturado el 4 de julio de 2017 mientras se desempeñaba como secretario de Seguridad de ‘Fico’ Gutiérrez desde el 1 de enero de 2016. En el extenso expediente judicial queda claro que Villegas negociaba con los combos para bajar los homicidios y los hurtos, y ayudarle así al alcalde Gutiérrez en los operativos que organizaba para ir tras ladrones y asesinos. Según la Fiscalía, era un trabajo mancomunado entre la alcaldía de ‘Fico’ Gutiérrez y la Oficina de Envigado, para mostrar resultados.
La alcaldía de Sergio Fajardo (2004-2007) fue acusada de pactar con los combos delincuenciales para reducir homicidios. A estos señalamientos se les conoce como la #DonBernabilidad, expresión que primero utilizó Lucho Garzón para describir este fenómeno. Fajardo dice que cuando él asumió la alcaldía de Medellín había acabado de concluir la negociación con los paramilitares en el gobierno de Álvaro Uribe, de ahí la disminución de los homicidios.
Audio Sergio Fajardo
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Lo que dice Sergio Fajardo contrasta con un hecho irrefutable: el hombre que negoció con las bandas de Medellín, para mantener bajas las cifras de homicidios en la alcaldía de Fico Gutiérrez, es el mismo hombre que fue secretario de Gobierno de Fajardo y alcalde encargado en siete oportunidades. Es una coincidencia muy llamativa, pues Villegas ocupó el mismo cargo en las dos administraciones porque en la alcaldía de Fajardo no existía la secretaría de Seguridad sino que esas funciones las tenía el secretario de Gobierno.
Gustavo Villegas ha estado en todas las administraciones de Medellín de los últimos 32 años. El primero de junio de 1990, a sus 35 años, fue nombrado secretario de Hacienda por el alcalde Luis Alfredo Ramos, hoy condenado por parapolítica. Luego, en 1993, fue nombrado gerente de la Fábrica de Licores de Antioquia por el gobernador de ese departamento Juan Gómez Martínez. Ahí estuvo hasta 1994 y reapareció en el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002) como miembro del equipo negociador con el ELN.
Comenzando su mandato, el 1 de enero de 2004 Sergio Fajardo nombró a Gustavo Villegas como Director del Programa de Paz y Reconciliación de la alcaldía de Medellín, que atendió a los desmovilizados del Bloque Cacique Nutibara de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC. Luego fue nombrado secretario de Gobierno el 16 de agosto de 2006 hasta que Fajardo terminó su periodo el 31 de diciembre de 2007.
Tal era la confianza de Sergio Fajardo con Gustavo Villegas que durante sus viajes internacionales entre 2006 y 2007 lo dejó como alcalde encargado en siete oportunidades, según reposa en el expediente judicial de Villegas. Los decretos y los actos judiciales para dejar al secretario de Gobierno como alcalde encargado fueron firmados así: 3 en 2006 (22 de agosto, 13-17 de octubre, y 6-8 de noviembre); para el 2007 fueron 4 fechas, del 28 de enero al 4 de febrero; 1 al 8 de abril; 6 a 7 de junio; y 21 a 22 de junio.
Los escándalos de Gustavo Villegas
Los señalamientos contra Gustavo Villegas por su estrecha relación con las mafias de la ciudad datan de 2008. En ese año, él trabajaba en la alcaldía de Alonso Salazar. Era el director de los Juegos Deportivos Suramericanos que se realizaron en la ciudad en 2010. «Le solicité la renuncia cuando salió implicado por su relaciones con Felipe Sierra, que a su vez tenía tratos con el general (Marco Antonio) Pedreros y (el exfiscal) Guillermo León Valencia Cossio», le dijo Salazar al medio de comunicación Verdad Abierta.
No era un tema de poca monta, pues se trataba nada más que de una infiltración narcoparamilitar a la Seccional de Fiscalías de Medellín. Felipe Sierra medió ante el exdirector de la seccional, Guillermo León Valencia Cossio, para que excluyera de todos los organigramas criminales del Estado a John Freddy Manco Torres, alias ‘El Indio’. Por esa razón, la Corte Suprema condenó al exfiscal Valencia Cossio a 15 años de prisión por concierto para delinquir, enriquecimiento ilícito y ocultamiento de documento público.
Felipe Sierra era el mayor accionista de la empresa de vigilancia Control Total S.A. Esta compañía, como lo contó Verdad Abierta, «manejó contratos con el Estado para custodiar a reconocidos exjefes paramilitares asentados en Medellín luego de su proceso de desmovilización».
El Estado, en este caso, era representado por Gustavo Villegas, en ese entonces director de la Oficina de Paz y Reconciliación de la alcaldía de Sergio Fajardo (2004-2007). Los contratos entre Felipe Sierra y Villegas fueron suscritos entre 2005 y 2007 y su objeto era prestar servicios de seguridad privada (escoltas y vehículos) a los paramilitares desmovilizados.
Pero ese no fue el único incidente por el que cuestionaron a Villegas. Durante su gestión en esa oficina, el funcionario salió en defensa del paramilitar Carlos Mario Aguilar, alias Rogelio, quien era directivo de la Corporación Democracia, una desaparecida entidad sin ánimo de lucro creada por personas relacionadas con Diego Fernando Murillo Bejarano, alias Don Berna, para recibir a los paramilitares desmovilizados. Según la Fiscalía, esta corporación era el brazo político de la Oficina de Envigado.
A pesar de que en su momento Villegas dijo que ‘Rogelio’ no tenía líos judiciales y que estaba en contacto permanente con él, en 2008 el paramilitar viajó a Argentina y se entregó a las autoridades estadounidenses.
Villegas fue inhabilitado en 2020 por la Personería de Medellín para ejercer cargos públicos por 16 años. Esta sanción llegó luego de que el exsecretario pagó una condena de 33 meses que le impuso el Juzgado Cuarto Penal Especializado del Circuito de Medellín, después de que Villegas firmara un preacuerdo con la Fiscalía en el que aceptó los delitos de abuso de función pública y de autoridad al haberse reunido con capos de la Oficina de Envigado.