Editorial Gustavo Gómez: Adiós, Edwin
Tristeza enorme en la familia del intendente de la policía Edwin Blanco, el último muerto de la fuerza pública en la tarea de echarle mano a Otoniel
"Otoniel" ha caído. Ha caído en medio de docenas de fotos y un puñado de videos, de esbozos de sonrisas, de comentarios malintencionados en redes, de dudas particulares y certezas oficiales.
Ha caído "Otoniel", que es una importante meta volante de la carrera aún larga por someter a la delincuencia y arrebatarle el dominio del territorio, el escenario de sus negocios y su ámbito de poder. Ha caído "Otoniel "y la tarea es ahora desarticular y golpear la fila interminable de otonieles que esperan su turno para convertirse en cabezas del Clan el Golfo, que es una figura supuestamente imaginaria, pero de una realidad aterradora en la vida de cientos de miles de colombianos.
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En medio de la euforia por su caída, la tristeza enorme de la familia del intendente de la policía Edwin Guillermo Blanco Báez, el último muerto de la fuerza pública en la tarea de años de echarle mano a "Otoniel". Pero, seguramente, no el último de los muchos que morirán de aquí en adelante en cumplimiento del deber de hacerle frente a lo que venga para el futuro en el Clan del Golfo.
Respeto y comparto la satisfacción que policías y soldados, que ministros y funcionarios, experimentan desde hace un par de días por la caída de "Otoniel". Faltaba más que no fuera momento de destacar lo positivo, el esfuerzo, la entrega, la dedicación... Respeto y comparto, digo, pero quiero dedicar un momento a recordar al intendente Blanco Báez, representación de esa entrega que llega hasta la de ofrendar la vida misma por honrar el uniforme y la defensa de este país, y de lo que es ético y honesto.
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Edwin, carabinero boyacense, tenía apenas 34 años y la mitad de su vida la dedicó a servir a la Policía Nacional, que le había otorgado 17 felicitaciones y 11 condecoraciones por su servicio.
Su familia, allá, en Güicán de la Sierra, no tiene hoy sino una profunda tristeza por la partida del hijo, del hermano, del novio. A Sandra, su hermana, le había dicho que no podía asistir al bautizo y confirmación de sus sobrinas, porque tenía una misión muy importante, que resultó siendo la última.
Pasan las horas y la noticia sigue siendo la captura de "Otoniel", y, como periodista, entrenado para olfatear prioridades, lo entiendo, claro que lo entiendo. Pero me reservo el derecho personal de mantener vigente la importancia de una noticia que nos tiene que llenar de tristeza a todos, la muerte en la operación Osiris del intendente de la policía Edwin Guillermo Blanco Báez.
A doña Lucía y a don Guillermo, sus padres, y a toda su familia, mi cariño y apoyo en este, uno de los momentos más duros de sus vidas. Entiendo que los malos sean noticia; no entiendo tanto que los buenos no la sean. Y Edwin era de los buenos. Adiós, Edwin.