Quino: su legado, Mafalda y el futuro de la historieta

En Hora 20 un homenaje a uno de los más grandes historietistas latinoamericanos, Quino. Se habló de su legado en la historieta, de su valor como dibujante, en la forma como puso a pensar a un continente y a una generación de jóvenes que intentaban seguir la rebeldía y carácter de su inolvidable Mafalda; también de la caricatura y el dibujo como vehículo de transformación; del futuro de esta forma de expresar opinión.

La obra de Joaquín Lavado “Quino” llegó a inundar las páginas de casi todos los periódicos de América Latina y fungió como inspiración para una buena parte de quienes se dedican a retratar a nuestras sociedades y a criticar aquello que no funciona en el mundo a través del dibujo, la historieta o la caricatura. Esta semana esa fuente de inspiración, de trabajo y de crítica mordaz murió a los 88 años en Mendoza, Argentina. Quino, el padre de Mafalda, el historietista, el crítico, el que con humor retrató los peores males de este mundo pasó a ser una leyenda.

Este mendocino que se fue a vivir a Buenos Aires y que inspirado y acompañado por su tío Joaquín Tejón entró al mundo del dibujo, publicó su primera historieta en 1954, haciendo humor y viñetas políticas. A inicios de la década de los 60 una compañía le encarga unas historietas para publicitar unos electrodomésticos; él accede, crea a una familia, pero nunca es publicada. Sin embargo, estas eran tan buenas que finalmente se publicaron en la revista Primer Plana en 1964, y ahí comienza el fenómeno de Mafalda que nos acompaña hasta hoy en día. Fenómeno en el cual Colombia tiene que ver, pues hace pocos días se recordaba que el editor de las historietas de Mafalda, Daniel Divinsky, decía que Colombia tenía el honor de ser el pionero de la piratería de Mafalda. En el mundo, el reconocimiento fue total, ha sido considerado uno de los grandes de las historietas, de crear un mundo que refleje la cotidianidad, lo que lo llevó en 2014 a recibir el premio Princesa de Asturias en España.

Con la Mafalda contestataria y rebelde; una Susanita sumisa y tradicional; un Manolito bastante interesado y trabajador; y con Felipe que no le gustaba ir ni poquito al colegio se forjó una de las historietas más recordadas y queridas por generaciones en Argentina y en todo el mundo. Esta tira que llegó a reflejar el ideal de la condición humana y que fue creada en momentos en el que el mundo parecía dar un vuelco a la civilidad, a terminar las guerras y a vivir en un mundo mejor, tuvo como hechos coyunturales o inspiración las grandes movilizaciones de la década de los 60; mayo del 68; el feminismo y la guerra de Vietnam. Al mismo tiempo que en la Argentina se vivían duros momentos de represión y violencia, momentos en los que la voz de Mafalda fue vital.

Lo que dicen los panelistas

Vladdo, periodista, publicista y caricaturista,contó que su aproximación fue por medio de la prensa, fue ahí donde vio a Quino por primera vez y le pareció fascinante leerlo. Incluso comentó que cuando era niño no entendía muy bien lo que decía Mafalda, pues esta consistía en una tira cómica para grandes, pero que siempre le sorprendió la limpieza del trazo y el uso del lenguaje, el cual lograba con pocas palabras. Por último, señaló que la universalidad de Mafalda se lograba a la gran sensibilidad y sentido humano que tenía.

Jaime Andrés Monsalve, jefe musical de la Radio Nacional de Colombia,advirtió que su aproximación con Mafalda fue desde niño y que la relación con su mamá le permitió entender que en ese personaje había algo diferente; pues cree que en Mafalda hay un pensamiento crítico importante, del cual el costó en un principio entender, pero que después fue comprendiendo los comentarios de los personajes y sus reflexiones sobre el mapamundi.

Felipe Ossa, librero, coleccionista y experto en historietas,contó que su encuentro con Mafalda fue particular, ya que siendo librero un amigo argentino le llevó un libro, el cual era el primer número de Mafalda; su amigo le dijo que lo leyera, pidiera ejemplares y que vendería por montones. Relató sobre Quino que era un hombre tímido, sin ínfulas y al cual le aterraba el éxito, pero sobre Mafalda dijo “es nada más y nada menos una manera que ver el mundo; una forma de mostrar los fenómenos sociales y de la gente. No solo fue Mafalda, Quino fue un magnífico humorista gráfico que tuvo muchísimos otros libros.” También advirtió que el conocimiento de Quino es ancestral y de herencia, ya que recordó que Argentina siempre ha producido buenos humoristas y caricaturistas; los cuales también han combatido la dictadura.

Daniel Samper Pizano, periodista, escritor y columnista,contó que conoció las historietas de Quino cuando estaba en El Tiempo, “alguien había ofrecido al periódico unas historietas sobre unos niños. Me dijeron que les diera una mirada; me encantaron las historietas, una cantidad de ideas y relaciones extraordinarias.” Contó que conoció a Quino por cuenta de unos amigos en común, y lo describió como un hombre tierno, silencioso y callado. Frente a su amistad, dijo que un día le firmó un libro, le puso una muñequita, era Susanita. “Ella decía “quiero más, quiero más”, desde ese momento nos vimos más seguido. Mientras más lo conocí, más lo admiré”, y recalcó sobre Mafalda que era un personaje que funcionaba como pequeño laboratorio de lo que estaba ocurriendo en América Latina y en el mundo.