Cobijas, colchonetas y comida piden Embera asentados en el Parque Nacional
Dormir en el piso frío viene enfermando a los menores indígenas, uno de los niños falleció en las últimas horas.
Ya son dos meses que lleva la comunidad indígena Embera viviendo debajo de plásticos negros como carpas improvisadas en el Parque Nacional en condiciones insalubres y bajo el sol, el agua y el frío. Menores y adultos mayores duermen en el piso y comen lo que a bien algunas fundaciones les lleven.
“Nuestros niños se están muriendo, la necesidad es muy dura, la mayoría estamos durmiendo en el piso, no tenemos cobijas y lo poquito que la gente humanitaria nos colabora ya no nos alcanza porque somos muchos, necesitamos que nos ayuden con los medicamentos, con la ropa de los niños, pañales, colchonetas, cobijas y alimentos”, manifestó Olinda Anacona, líder indígena.
Ante el fallecimiento del niño Embera en las últimas horas, la Procuraduría le solicitó a la Secretaría de Salud de Bogotá y al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF esclarecer los hechos y dar respuesta a los requerimientos enviados para garantizar el derecho a la salud de todos los niños, niñas, adolescentes y mujeres indígenas asentados en el Parque Nacional.
El Ministerio Público, hizo un llamado a cumplir con lo pactado en octubre, entre la Secretaría de Salud y voceros de comunidades indígenas, sobre atención en salud, y al Distrito a cuidar de esta población, bajo la Política Pública de Víctimas con enfoque étnico y Plan de Desarrollo de Bogotá.
Por su parte, la Secretaría de Gobierno de Bogotá reafirmó su compromiso de ofrecerles a las familias de la comunidad Embera la posibilidad de traslado a la UPI de La Florida, donde accederán a seguridad alimentaria y subsistencia mínima, agua potable, equipos de aseo, asistencia en salud, prestación servicio de educación, mejoramiento de infraestructura, actividades de recreación y recolección de residuos, actividades diferenciales.
Durante el año 2020 y en lo corrido del 2021, la Secretaría de Gobierno ha destinado más de 1.900 millones de pesos para atender a 1.277 miembros de la comunidad indígena Embera que se encuentra en Bogotá. Estos recursos han sido entregados a través de bonos canjeables por alimentos, transferencias monetarias del Programa Bogotá Solidaria en Casa, pago de arrendamiento y mercados.
De los 1.895 millones destinados, desde la Alta Consejería de Paz, Víctimas y Reconciliación, 508 millones ha sido en atención humanitaria inmediata (alojamiento, alimentación y enseres) y 692 millones en bonos de arriendo durante la emergencia sanitaria que se pagaron directamente a los arrendatarios.