Salud y bienestar

Procuraduria General de la Nacion

Procuraduría cita a tres funcionarias de la gobernación del Quindío

Son investigadas por presuntas irregularidades en compra de elementos de bioseguridad para el COVID-19

Sandra Manrique, secretaría administrativa de la gobernación del Quindío

Sandra Manrique, secretaría administrativa de la gobernación del Quindío / Cortesía gobernación Quindío

Quindío

Por presuntas irregularidades en la compra de elementos de bioseguridad para enfrentar el covid-19, por 800 millones de pesos, La Procuraduría General citó a audiencia pública virtual a la secretaria Administrativa de la Gobernación de Quindío, Sandra Milena Manrique Solarte, y a las supervisoras del contrato No. 003 de 2020, Eleana Andrea Caicedo Arias, y a la profesional universitaria de la Secretaría de Salud, Liliana Vélez Botero.

El ministerio público le reprocha a la secretaria Administrativa que al parecer  habría desconocido el principio de responsabilidad que regula la contratación estatal, en concordancia con el de eficiencia en desarrollo de la función administrativa por consignar en los estudios del sector y en la minuta contractual, dentro del negocio jurídico No.003 de 2020, datos supuestamente contradictorios e imprecisos de los bienes a suministrar a través del acuerdo de voluntades.

Contexto: En indagación preliminar, contrato por 800 millones de pesos de Gobernación

El órgano de control advirtió una presunta irregularidad al incluir en el contrato de suministro bienes que no fueron objeto de cotización por parte del proveedor, ocasionando con ello que se desconozca el precio (valor unitario) que pactaron sobre elementos como el gel antibacterial, el alcohol antiséptico 70%, el tarro de glicerina, y el alcohol glicerinado, lo que conllevaría a un deficiente estudio del sector como documento base para la celebración del contrato.

En un segundo cargo, la Procuraduría cuestionó a Manrique Solarte por suscribir los estudios del sector y al parecer omitir realizar la consulta de precios del mercado, lo que habría derivado en la adquisición de elementos de bioseguridad con aparentes sobrecostos.

A las supervisoras del contrato se les reprochó por presuntamente incumplir el deber de realizar la vigilancia y control eficiente a la ejecución del negocio jurídico.

La Procuraduría calificó la presunta falta de las supervisoras investigadas como grave a título de culpa gravísima, por desatención elemental de reglas de obligatorio cumplimiento, y como gravísimas a título de culpa grave para la secretaria Administrativa.

La diligencia se llevará a cabo el 26 de mayo a partir de las 2:00 p. m.

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