Los impuestos de las Farc que ya cobran el Eln y los “Pelusos” en Catatumbo
La cerveza, el kilo de cocaína, entre las nuevas fuentes de financiación de estos dos nuevos grupos.
Se desconoce si hubo sesión de negocio o un trueque por debajo de cuerda. O si las Farc al desplazarse de zonas donde reinaba su poderío armado terminaron dejando abandonado un negocio narcotraficante que el Eln y los “Pelusos” (se han llamar EPL porque son disidencia) empezaron a cobrar.
En Pan de Ázucar, vereda ubicada a 30 minutos de Cúcuta en la vía Tibú, reposan decenas de camiones cargados de cerveza. Bavaria moviliza hasta allí este licor que se convirtió en ‘presa’ de negocio desde hace más de diez años.
Las Farc (Frente 33) cobraban $10.000 de impuesto por cada caja de cerveza, pero desde que empezaron a hablar de paz no lo volvieron a usufructuar. El Eln- que también opera en esta carretera- lo cogió para él. Son más estrictos, dice Ana María Correa, moradora sobre la vía entre Pan de Azucar y Tibú. Se atraviesan algunas veces por la carretera, detienen los autos, requisan y cobran el dinero si llevan cerveza.
Bavaria optó por no volver a ingresar hasta Tibú porque temen les pinten los camiones y los desangren financieramente. “La gente de El Tarra, Tibú, La Gabarra llegan hasta Pan de Azúcar y compran cerveza, pero hay quienes ocultan en licor en sus carros para burlar el control del Eln”, dijo un joven que prefiere no revelar s u nombre porque él hace parte de los que camufla sus cervezas para no pagar impuesto.
En la carretera que de Cúcuta conduce hacia El Tarra camiones movilizan ‘pategrillo’ sustancia derivada del petróleo que se roban de los tubos que trazan la vía y acompañan durante horas el recorrido. Lo extraen ilegalmente y lo convierten en gasolina para procesar pasta de base de coca. El negocio – conoció Caracol Radio basado en información de un líder comunal- es exclusivo del EPL. ‘Pepe’ o ‘Pedro’, el máximo líder de ‘Los Pelusos’ controla este líquido. El Eln se lo respeta.
En el corregimiento de La Gabarra, a tres horas de Tibú, donde casi el EPL no había puesto sus talones, lo empezaron a hacer. Ya hay milicias, dicen sus propios pobladores.
Desde la Gabarra hasta Puerto Santander, por toda la zona limítrofe entre Colombia y Venezuela, hay Eln y milicias del EPL. Hasta hace un año, el trazo era de las Farc, pero hoy están los otros grupos armados.
Por cada kilo de base de coca vendido los pobladores deben pagarle a los elenos $400.000. Antes, la plata era para las Farc. En la región- conoció Caracol Radio- hay demasiada coca represada. Los compradores no han vuelto porque dicen no hay seguridad. Las Farc que antes lo hacían, ya no se meten en esos asuntos, dice en voz baja Adelaida, otra pobladora de Tibú que pide esconderle sus apellidos.
El alcalde de Tibú Jesús Alberto Escalante manifiesta que es necesario que el Gobierno Nacional negocie no solo con el Eln, sino con las disidencias del EPL. “La forma como vemos a los enemigos es lo que nos hace cometer errores. No hay enemigo pequeño”, dice. Y asegura que está en manos del Gobierno Nacional que las zonas que dejarán las Farc no sean copadas por los otros grupos alzados en armas.
El personero Richard Claros, expresa que el Eln y disidentes del EPL son una realidad que no puede desconocerse. Mientras el general Hugo Alejandro López Barreto, comandante de la Fuerza de Tarea Vulcano del Ejército, informó que más de 1.200 hombres de la Brigada Móvil 20 y el Batallón de Combate 37 (más de 300 militares) están diseñando estrategias para no dejar ocupar espacios que dejan las Farc a los otros grupos armados.