Gremios del Atlántico cuestionan aumento del salario mínimo a $2 millones anunciado por el Gobierno
ACOPI, la Liga de Usuarios de Servicios Públicos y Cotelco Atlántico advirtieron posibles impactos negativos en el empleo formal, la inflación y las tarifas de energía.

Salario mínimo en Colombia (créditos: GettyImages) / Nelson Hernandez Chitiva
El anuncio del Gobierno nacional de aumentar el salario mínimo hasta los $2 millones ha generado fuertes reacciones entre los gremios económicos del Atlántico, que advierten riesgos para la sostenibilidad empresarial, el empleo formal y el costo de vida de los hogares más vulnerables.
Las organizaciones coincidieron en que, aunque el objetivo de mejorar los ingresos de los trabajadores es válido, el incremento decretado no estaría acompañado de las condiciones económicas necesarias para sostenerlo sin generar efectos adversos en la economía.
ACOPI advierte riesgos para el empleo formal
ACOPI Atlántico fue uno de los gremios más críticos frente a la propuesta. La presidenta del Observatorio Nacional de la Mipyme y directora ejecutiva del gremio en el departamento, Rosmery Quintero, calificó el aumento del 23 % como una medida desproporcionada que desconoce la capacidad financiera de las micro, pequeñas y medianas empresas.
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Según Quintero, el mayor impacto recaería directamente sobre el empleo formal, ya que muchas empresas no estarían en condiciones de asumir el incremento en los costos laborales, lo que podría traducirse en despidos o un aumento de la informalidad.
“Consideramos que esta medida es absurda. Aunque el decreto presenta un análisis técnico, desconoce la real capacidad del sector empresarial y la afectación que generará sobre el empleo formal. Las cifras del DANE evidencian que tanto el desempleo como la informalidad han venido creciendo de manera significativa, al igual que el número de personas que hoy ganan menos de un salario mínimo, especialmente en algunos sectores. Esta situación responde a la recomposición que se produce cada vez que se expide una nueva ley o decreto, en un contexto de alta incertidumbre y presión sobre la estructura de costos, lo que finalmente obliga a los gerentes a tomar decisiones difíciles”, señaló.
La dirigente gremial también alertó sobre el impacto inflacionario de un aumento salarial elevado sin respaldo en la productividad, señalando que esta situación podría obligar al Banco de la República a incrementar las tasas de interés, afectando el consumo y la inversión.
Preocupación por posible impacto en la tarifa de energía
Desde la Liga de Usuarios de Servicios Públicos también se encendieron las alertas. Su vocero, Norman Alarcón, explicó que aunque la tarifa de energía no se incrementa de manera directa por el salario mínimo, sí aumentan varias de las variables que componen la fórmula de ajuste tarifario.
Alarcón advirtió que este efecto terminaría golpeando con mayor fuerza a los hogares de menores ingresos, incluidos aquellos trabajadores que ganan menos de un salario mínimo y que ya enfrentan dificultades para cubrir sus gastos básicos.
“Esta decisión también tendrá consecuencias en las tarifas de los servicios públicos, ya que impulsará al alza varias de las variables que inciden en su cálculo, así como en otros costos asociados a trámites, documentos y servicios notariales. Vamos a analizar con detalle los efectos de estas medidas, pero desde ahora advertimos que, si no existe un respaldo real al aumento de la productividad de la industria y del sector agropecuario, las consecuencias para el conjunto de la sociedad colombiana serán muy difíciles”, advirtió.
Cotelco pide alivios para el sector empresarial
A estas voces se sumó Cotelco Atlántico. Su presidente, Mario Muvdi, calificó como crítica y compleja la decisión del Gobierno nacional de incrementar el salario mínimo en un 23,5 % vía decreto, al considerar que afecta de manera directa al tejido empresarial, especialmente a las pequeñas y medianas empresas del sector hotelero y turístico.
“Estamos ante una situación crítica y compleja para el tejido empresarial del país, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, que atraviesan un momento difícil en un contexto económico que no es favorable. A esto se suman las reformas y decretos que se han expedido recientemente, y este aumento termina siendo un golpe adicional. Nos preocupa que crezcan la informalidad y la inflación, que podría intensificarse de manera significativa. El panorama es de gran incertidumbre y estamos profundamente preocupados. Para sectores como la hotelería y el turismo, la situación es aún más compleja, ya que no ha sido fácil ajustar tarifas, y el año 2026 se proyecta difícil para Barranquilla ante la ausencia de grandes eventos que dinamicen la economía local, lo que no permite visualizar un escenario favorable para el sector ni para otros renglones de la economía”, señaló.
Muvdi advirtió que, ante el aumento de los costos laborales, muchas empresas podrían verse obligadas a reestructurarse, poniendo en riesgo la generación de nuevos empleos. Por ello, hizo un llamado al Gobierno nacional para que implemente medidas de alivio y apoyo al sector productivo.
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Los gremios coincidieron en que el aumento del salario mínimo debe estar acompañado de políticas económicas sostenibles que protejan el empleo formal y el poder adquisitivo de los ciudadanos. Advirtieron que, sin un análisis técnico riguroso y medidas de compensación, la decisión podría terminar afectando a los mismos sectores que busca beneficiar.



