¿Quién dominó primero el mar? Herramientas que reescriben la historia humana como la conocemos
Los hallazgos obligan a reconsiderar la cronología y desarrollo de las invenciones humanas.

Imagen de referencia. Foto: Getty Images / Flavio Coelho
Un nuevo estudio del equipo de investigadores de la Universidad Ateneo de Manila, publicado en el Journal of Archaeological Science, replanteó la visión tradicional sobre el origen del desarrollo tecnológico en el Paleolítico.
Su hipótesis central sostiene que, hace aproximadamente 40.000 años, las comunidades que habitaban Filipinas y el Sudeste Asiático Insular (ISEA) se movían entre islas, por lo que dominaban técnicas de navegación sorprendentemente avanzadas, comparables a las de civilizaciones que surgirían milenios después.
La evidencia que respalda esta propuesta proviene de herramientas de piedra descubiertas en Filipinas, Indonesia y Timor-Leste. Estos artefactos, analizados en detalle, apuntan a prácticas complejas de desplazamiento marítimo que anteceden por mucho a lo que la arqueología tradicional ha reconocido.
Según los autores, estos hallazgos obligan a reconsiderar la cronología del ingenio humano en la región y sugieren que los primeros navegantes de ISEA pudieron haber desarrollado conocimientos sofisticados de construcción de embarcaciones, rutas costeras y movilidad oceánica mucho antes de lo imaginado.
¿Cómo demuestran estas herramientas una tecnología marítima avanzada?
El estudio presenta un panorama renovado sobre las habilidades técnicas de las comunidades costeras prehistóricas. El descubrimiento más revelador proviene del análisis microscópico de herramientas de piedra que conservan trazas de procesamiento vegetal, indicio de que fueron usadas para extraer fibras destinadas a la elaboración de cuerdas, redes y amarres.
Estas tecnologías resultan importantes para construir embarcaciones resistentes y para sostener prácticas de pesca en mar abierto. Los arqueólogos identificaron anzuelos, gorges, pesas para redes y restos de especies pelágicas como atunes y tiburones. Esto evidenció que se desarrollaban actividades de pesca profunda que requieren planificación previa, conocimiento de rutas migratorias y destrezas avanzadas de navegación.
Desde la perspectiva del estudio, la convergencia entre la fauna marina recuperada y el conjunto de herramientas confirma la necesidad de fabricar “cordajes fuertes y bien diseñados”. Esto sugiere un dominio temprano de materiales orgánicos cuya conservación en el registro arqueológico suele ser excepcional, revelando así una compleja tradición tecnológica previamente subestimada.
¿Por qué este descubrimiento puede transformar la comprensión de las migraciones humanas?
El estudio cuestiona de manera frontal la visión tradicional que describe a los primeros migrantes del Sudeste Asiático como viajeros pasivos transportados en balsas rudimentarias.
En su lugar, los autores plantean que estos grupos fueron navegantes altamente capacitados, dotados de conocimientos para diseñar embarcaciones complejas con materiales orgánicos y para planificar rutas hacia islas remotas atravesando aguas profundas.
Por otra parte, para el equipo de la Universidad Ateneo de Manila, reconocer evidencias directas o indirectas de construcción naval resulta importante para entender los procesos de poblamiento de los archipiélagos de la región.
Asimismo, la presencia de tecnologías navales tempranas sugiere un manejo avanzado de fibras, maderas y ensamblajes que rara vez se conservan en el registro arqueológico.
Por último, cabe resaltar que la ISEA prehistórica funcionó como un núcleo de innovación marítima. En este vasto corredor insular, las poblaciones filipinas y sus comunidades vecinas desarrollaron conocimientos y técnicas que hicieron posibles sus migraciones y establecieron los cimientos de tradiciones náuticas que continúan vivas en el sudeste asiático contemporáneo.




