Estas son las seis instituciones finalistas de los premios Escuelas Sostenibles 2025 de Santillana
Este 21 de octubre, en Río de Janeiro, Santillana y la OEI celebran la tercera edición del galardón que reconoce el esfuerzo de los colegios rurales por promover la sostenibilidad, dos planteles colombianos compiten por la distinción.

Grupo de finalistas de Colombia, Brasil y México de los premios Escuelas Sostenibles 2025, de Santillana y la OEI. | Foto: cortesía, Fundación Santillana
Los premios Escuelas Sostenibles son un reconocimiento a la innovación en prácticas sustentables que entrega la Fundación Santillana, en alianza con la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) a instituciones de Colombia, México y Brasil. Desde el 2023 reconoce la labor de docentes y estudiantes rurales que trabajan para transformar la manera en que se relacionan las comunidades con el entorno.
En la edición 2025, dos iniciativas por país concursan, este 21 de octubre, en las categorías de primaria y secundaria, de la etapa final internacional del galardón.
Los nominados de esta instancia desarrollan trabajos asociados a la economía circular en la moda, creación tecnológica en robótica, sano manejo de emociones, cuidado de los ecosistemas, jardines comunitarios y sistemas de alerta temprana de inundaciones y deslizamientos.
Moda responsable e Innovación desde Colombia

Representantes de Colombia en los premios Escuelas Sostenibles 2025. | Foto;: cortesía, Fundación Santillana
Luego de superar varias pruebas de selección, en donde se presentaron más de 150 participantes, las propuestas: “Eco Moda School” Gamificación STEAM para Reducir la Huella, del Liceo Pestalozziano de Facatativá y la Metodología de Investigación Socioambiental GCA de la Institución Educativa Comercial de Envigado, fueron las ganadoras de la etapa nacional.
“Eco Moda School” es un proyecto en torno a la disposición final de los residuos textiles de la comunidad de “Faca” en Cundinamarca. A través de un tótem interactivo educativo, diseñado por los propios estudiantes, y un aplicativo de intercambio de ropa, el liceo ha reutilizado 80 uniformes, que se traduce en un ahorro de más de un millón de litros de agua y la no emisión de más de una tonelada de Co2.
“El objetivo es que cada vez que tu dones una prenda, hay un ecobot (tótem) que te va dando información de cuantos litros de agua estas ahorrando y cuánto está ganando el planeta”, explica Bibiana Guevara, rectora del Pezztalozziano.
Todo esto lo gestionan a través de la metodología STEAM y la participación comunitaria, pues crearon “abuelos costureros”, un espacio donde los adultos mayores comparten con los jóvenes sus saberes en el tejido. Gracias a ese trabajo, el liceo ya recibió el primer puesto en Aulas Sostenibles Urbaser 2025, por sus aportes al cuidado del planeta.
Por otro lado, a unos 420 kilómetros del Pezztalozziano, está la Institución Educativa Comercial de Envigado, allí los profesores y estudiantes trabajan en una ruta pedagógica y didáctica, enmarcada en las políticas públicas de educación de cuidado de la naturaleza de Colombia, que gestiona proyectos multitemáticos para ponerlos al servicio de la comunidad.
Entre sus trabajos se destacan: la creación de jardines purificadores del aire, máquinas trituradoras de reciclaje, brazos robóticos recicladores, piernas robóticas antiminas articuladas con las fuerzas militares y columnas vertebrales robóticas para personas paralíticas.
Fruto de esos desarrollos, la institución está certificada por la Fundación Compartir y el World Best School Prizes, como una de las diez mejores escuelas del mundo por su acción ambiental.
Microbiología y formación en valores desde México
En la Hacienda El Mezcal del municipio de Cadereyta Jiménez del estado de Nuevo León, la Primaria Rural Multigrado Aquiles Serdán impulsa la educación como piedra angular de la sostenibilidad. Se trata de un modelo educativo que se apoya en las ciencias sociales para gestionar las interacciones entre ciudadanos y su impacto en los ecosistemas.
“Tenemos ya muchos años trabajando con jardines polinizadores, ahora lo que estamos haciendo es unirlo con la promoción de valores humanos, con ello esperamos apoyar la gestión del cuidado del medio ambiente”, señala Eduardo Cortez, director de la primaria Aquiles Serdán.
Esa perspectiva le permitió a la institución ingresar a la Red de Escuelas Asociadas de la UNESCO, organismo que además la certificó como un plantel educativo inclusivo, al contar con el 32% del alumnado integrado por migrantes indígenas, hablantes del idioma Náhuatl.
Por otra parte, en el estado de Sinaloa, el proyecto: Aplicación de consorcios microbianos de montaña en la agroecología sostenible, promovió la postulación a la escuela Marcos Mora Aguilera. Dicha aplicación contempla la fabricación de biofertilizantes a partir de la recolección y tratamiento de microorganismos provenientes del Cerro de Medina, una montaña cercana a sus instalaciones.
“Lo que buscamos es promover el modelo agroecológico sostenible”, explica Rogelio Juárez, estudiante de grado tercero de secundaria de la Marcos Mora, quien creó y además lidera, desde hace tres años, la biofábrica.
Prevención de desastres e inclusión desde Brasil
En Brasil, André Lázaro, director de políticas públicas de la Fundación Santillana en Brasil, reportó que en esa nación se registraron al concurso más de 3.000 ideas. En ese contexto, las escuelas Guardería Municipal de Manaos y la primaria de Limeira fueron las seleccionadas como finalistas.
La Guardería Municipal Magdalena Arce Daou, en Manaos, se enfocó en promover la inclusión de niños con autismo mediante la enseñanza del arte y la sostenibilidad. “Lo que hicimos fue crear micromundos en el territorio para cambiar la conciencia de los padres, no solo sobre sus hijos sino también del medio ambiente”, expone, Raquel Do Santos, su directora.
A partir de este trabajo, cuenta Do Santos, la población se unió y lograron reciclar 8.336 botellas PET y 15.000 “tapitas”. También, continúa, “construimos un huerto, un jardín de neumáticos sostenible y un jardín sensorial, además de donar 500 plantones y sembrar 300 árboles, todo registrado en un libro infantil, construido con la comunidad, donde contamos nuestras experiencias”.
Por último, Nayra Rafaela Vido, docente de la primaria de Limeira, diseñó AquaTerraAlert, un sistema de detección y aviso temprano de derrumbes e inundaciones que se presentan en esa región.
“Noté que en las emergencias ni la Defensa Civil sabía muy bien que hacer, por eso, y ante la falta de datos actualizados decidí proponerle la idea a mis estudiantes de sexto grado, quienes aceptaron y desde entonces (2018) han trabajado con un alto compromiso”, cuenta Vido.
Dicho esquema contempla un enfoque interdisciplinario que integra ciencia, tecnología y educación ambiental para desarrollar soluciones prácticas y educativas, tanto así que ya instalaron sensores ultrasónicos y de humedad, un zumbador, luces LED y un módulo GSM para monitoreo y creación de alertas en tiempo real.
Paralelamente, Nayra gestionó capacitaciones con entidades gubernamentales locales y hoy ya son más de 700 personas las que recibieron dicha preparación.
Estas iniciativas concursaran este martes por el premio de “Escuela Sostenible 2025” y recibirán un incentivo de $20’520.750 COP, para cada vencedor, con el fin de impulsar esas y otras ideas.



