¿Es el cometa 3I/Atlas una nave espacial?: esto dice la IA sobre el objeto interestelar
El visitante interestelar 3I/Atlas captó la atención del mundo y generó especulaciones. Consultamos a las inteligencias artificiales más avanzadas para separar la ciencia ficción de la ciencia real. Este es el veredicto.

¿Es el cometa 3I/Atlas una nave espacial?: esto dice la IA sobre el objeto interestelar
La astronomía vive una era dorada con el descubrimiento de objetos que provienen de más allá de nuestro sistema solar. Tras la misteriosa visita de ‘Oumuamua en 2017, la llegada del cometa 3I/Atlas reavivó uno de los debates más fascinantes para la ciencia y el público: ¿estamos ante simples rocas espaciales o podrían ser sondas de civilizaciones lejanas? En Caracol Radio, hemos recurrido a una fuente inusual para arrojar luz sobre este enigma: la inteligencia artificial (IA).
Analizando los datos recopilados por los observatorios más potentes del mundo, modelos de IA como Deepseek, Google Gemini y ChatGPT ofrecen un análisis frío y basado en datos. Su conclusión, aunque podría decepcionar a los amantes de la ciencia ficción, es unánime y contundente.
El consenso: 3i/Atlas es un cometa, no una nave
La idea de que 3I/Atlas pudiera ser un artefacto artificial ganó notoriedad debido a las inusuales características del primer objeto interestelar, ‘Oumuamua, y a las hipótesis del reconocido astrónomo Avi Loeb. Sin embargo, en el caso de 3I/Atlas, la evidencia observacional cuenta una historia diferente.
Deepseek, tras analizar los metadatos científicos, es categórico: “Basándome exclusivamente en la información científica disponible y en los datos observacionales, no hay evidencia alguna que respalde la idea de que el cometa C/2019 Y4 (ATLAS) fuera una nave alienígena". Su razonamiento se basa en que todo su comportamiento ,su aumento de brillo, su composición química y, crucialmente, su fragmentación– es perfectamente explicable por la física de los cometas.
Por su parte, Google Gemini coincide y añade: “La razón principal por la que 3I/ATLAS fue clasificado como cometa es su actividad cometaria confirmada por varios telescopios, incluido el Hubble". El desarrollo de una coma (una nube de gas y polvo) y una cola es el sello distintivo de un cometa, donde los hielos se subliman por el calor solar.
La evidencia clave que descarta la hipótesis alienígena
Los tres sistemas de IA destacan varias líneas de evidencia que, en conjunto, desmontan la teoría de la nave espacial:
- Comportamiento y Composición Consistentes: ChatGPT lo explica con claridad: “Los telescopios han detectado emisiones espectrales típicas de compuestos naturales, como CO₂, OH, CN, y polvo silíceo. Estas firmas son exactamente las que se esperan de un cometa helado natural“. No se hallaron emisiones de radiofrecuencias artificiales, luces láser o materiales anómalos.
- La Fragilidad como Prueba Definitiva: Tal vez el argumento más fuerte proviene de la desintegración del cometa. Deepseek lo deduce de forma lógica: “La desintegración espontánea del núcleo es un argumento muy fuerte en contra de la hipótesis de una nave. Una estructura artificial, especialmente una capaz de viajar interestelar, presumiblemente estaría construida con materiales de una integridad estructural enormemente superior a la de un bloque de hielo y polvo".
- Trayectoria Natural: Su viaje a través del sistema solar sigue las leyes de la gravedad, sin mostrar las maniobras o correcciones de rumbo que esperaríamos de un objeto con propulsión controlada. Google Gemini recalca que agencias espaciales como la NASA y la ESA han sido enfáticas en confirmar su naturaleza completamente natural.
¿Por qué surgió la especulación entonces?
La sombra de la duda normalmente se alimenta de lo desconocido. ChatGPT contextualiza que las conjeturas sobre “artefactos interestelares” surgieron principalmente con ‘Oumuamua, que mostró una aceleración no gravitatoria sin una coma visible. 3I/Atlas, en cambio, mostró un comportamiento cometario claro desde el principio.
La IA señala que la verdadera rareza de 3I/Atlas no es su supuesto origen artificial, sino su composición química atípica. Como resume ChatGPT, “parece tener una composición química no convencional”, con niveles elevados de dióxido de carbono y ciertas anomalías en moléculas de carbono, lo que lo convierte en un “cometa exótico” que desafía nuestros modelos actuales, pero sin salirse del reino de la naturaleza.




