Denuncian grave deterioro en la escuela rural El Caimán en Rionegro, Santander
La escuela tiene paredes debilitadas, puertas caídas, fallas eléctricas, el cielo raso colapsado, el techo lleno de agujeros y cada vez que llueve, las clases deben interrumpirse por filtraciones y goteras.

César Augusto Jaimes, maestro de la escuela El Caimán
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Bucaramanga
La escuela rural El Caimán de la Institución Educativa Galápagos, ubicada en el municipio de Rionegro, Santander, se encuentra a punto de colapsar, por lo que la comunidad educativa denuncia el preocupante estado. Paredes debilitadas, puertas caídas, fallas eléctricas, el cielo raso colapsado, el techo lleno de agujeros y cada vez que llueve, las clases deben interrumpirse por filtraciones y goteras que inundan el salón principal y los pasillos.

Por otra parte, un acceso vial prácticamente intransitable ponen en riesgo la seguridad de los estudiantes y afectan el normal desarrollo de las clases.
“Cuando llueve nos toca suspender clases y correr a los niños para que no se mojen. Los soportes de madera están podridos, las puertas caídas y hasta serpientes han ingresado por falta de cerramiento”, señaló el docente César Augusto Jaimes, maestro de la escuela El Caimán, quien denuncia el mal estado.

Fallas en el sistema eléctrico:
Además de los problemas estructurales, la escuela enfrenta fallas graves en el sistema eléctrico. Los constantes cortocircuitos han dañado computadores, tabletas y reguladores. Actualmente, solo dos bombillos funcionan para toda la sede, lo que deja los salones oscuros y dificulta las jornadas escolares.

Techos de asbesto:
El maestro César también denunció que los techos de asbesto, que ya cuentan con orden de retiro por parte del Ministerio de Salud, siguen instalados, poniendo en riesgo la salud de los estudiantes y profesores.
Mal estado de la vía de acceso:
A estas dificultades se suma el mal estado de la vía de acceso, un tramo de 7 kilómetros conocido como “Hueso Limpio”, que desde hace más de siete años no recibe mantenimiento. “En un año y medio me he caído cuatro veces en moto tratando de llegar a la escuela. Los campesinos han tenido que arreglar la carretera con pala y pico”, afirmó.
La Gobernación de Santander no ha dado solución, ni la alcaldía municipal
El profesor aseguró que, pese a múltiples derechos de petición enviados a la Alcaldía de Rionegro y a la Gobernación de Santander, las respuestas han sido evasivas y no se han concretado soluciones. “El alcalde Johanny Santana nunca está en el despacho, y las respuestas siempre son que no hay dinero. La escuela está a punto de colapsar y nadie hace nada”, denunció.
La comunidad educativa ha solicitado la intervención urgente de las autoridades municipales, departamentales y nacionales para evitar una tragedia y garantizar condiciones dignas a los niños de la vereda El Caimán.
“Son 98 escuelas en Rionegro, todas en mal estado, y ninguna recibe recursos. Esto compromete el futuro de los estudiantes rurales y de toda la región”, advirtió el docente.



