¿Lo pueden multar por hacer ruido?: esto dice la nueva ley en Colombia al respecto
Con la nueva Ley 2054 de 2025, las autoridades están listas para apagar los parlantes y multar a quienes alteren la tranquilidad ciudadana. Conozca los detalles.
¿Lo pueden multar por hacer ruido?: Nueva ley impone multas de hasta $474.500
Desde ahora, hacer una fiesta con parlantes a todo volumen podría costarle mucho más que una queja de los vecinos: en Colombia ya es posible recibir una multa de casi medio millón de pesos por generar ruido excesivo, según lo establece la recién expedida Ley 2054 de 2025.
La norma, aprobada con el objetivo de proteger la salud y el bienestar colectivo, impone límites estrictos a los niveles de ruido en espacios urbanos, rurales y naturales, y otorga facultades a la Policía Nacional para intervenir directamente en casos de contaminación acústica.
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¿Lo pueden multar por hacer ruido?
Uno de los aspectos más llamativos de la nueva ley es que autoriza a los uniformados a desactivar directamente las fuentes de ruido, como equipos de sonido o parlantes, y aplicar sanciones económicas que pueden llegar hasta diez salarios mínimos diarios legales vigentes, es decir, alrededor de $474.500 por infracción.
Pero no solo se trata de sancionar. La ley también contempla la posibilidad de clausurar establecimientos como discotecas, bares, tiendas, iglesias o incluso viviendas donde se realicen fiestas reincidentes que alteren la convivencia.
El control no será arbitrario: las mediciones se harán con sonómetros certificados, operados por la Policía Ambiental y otras autoridades designadas. Estos dispositivos permiten verificar de forma objetiva cuándo se están superando los límites permitidos.
¿En qué zonas no se puede hacer ruido?
Otro punto clave es la obligación de ajustar los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) a las nuevas restricciones acústicas. Esto implica que las ciudades deberán crear mapas sonoros y definir zonas de alta sensibilidad, especialmente cerca de hospitales, colegios, bibliotecas, zonas residenciales y áreas protegidas, donde los niveles de sonido serán más estrictos.
El incumplimiento de estas normas puede derivar en sanciones administrativas, económicas e incluso en el cierre definitivo de establecimientos que no se adapten.
¿Y las fiestas, conciertos y celebraciones religiosas?
No todo será silencio. La ley también contempla excepciones: las actividades culturales, artísticas, religiosas o festivas podrán realizarse con niveles de sonido más altos siempre y cuando sean autorizadas oficialmente por la alcaldía y cumplan con límites definidos.
También se excluyen de la normativa las denominadas zonas de servidumbre acústica, como áreas industriales o de infraestructura pesada, donde el ruido es inherente a la actividad.
El ruido no es solo una molestia: según estudios científicos, la exposición prolongada a altos niveles de sonido puede causar problemas auditivos, trastornos del sueño, estrés crónico y enfermedades cardiovasculares. Incluso los animales silvestres y las mascotas pueden sufrir efectos adversos por esta forma de contaminación invisible.
“La ley no busca acabar con la música ni con las celebraciones. Lo que pretende es crear conciencia y garantizar que todos podamos convivir en un entorno sano y equilibrado”, explicó el experto ambiental Antonio Rudas.
¿Cuándo entra en vigor la ley?
La nueva legislación también promueve el rol activo de la ciudadanía. Las personas podrán presentar quejas formales por ruido ante la Policía, las secretarías de Ambiente o las alcaldías. Además, los Ministerios de Ambiente y de Salud deberán adelantar campañas educativas y coordinar la implementación progresiva de las medidas.
Aunque la ley ya está vigente, las entidades tienen un plazo de 18 meses para reglamentarla plenamente y establecer los protocolos de aplicación.
