¿Se ha deteriorado la relación entre el Gobierno y el Congreso?: Analistas explican
Analistas advierten que el pulso entre el Ejecutivo y el Legislativo podría intensificarse en la recta final del gobierno de Petro, marcado por el ambiente electoral.

/ Ministerio de Trabajo (EFE)
Colombia
La relación entre el presidente Gustavo Petro y el Congreso de la República ha atravesado una transformación desde los primeros meses de gobierno.
Mientras que en el inicio de su mandato logró consolidar una coalición con sectores tradicionales para aprobar las reformas, el panorama ha cambiado y actualmente se enfrenta una legislatura fragmentada, con una agenda legislativa que se ha calificado de “estancada”.
Aunque la tensión entre ambos poderes ha sido notoria, analistas consultados coinciden en que la confrontación podría recrudecerse durante el último año del cuatrienio, especialmente por el escenario electoral que se avecina en 2026.
“Un enfrentamiento abierto entre poderes”
Para el politólogo Carlos Arias, lo ocurrido en la legislatura que acaba de culminar deja claro que el Gobierno y el Congreso están en una etapa de “enfrentamiento abierto”. Arias recuerda que incluso Jorge Iván González, exdirector de Planeación Nacional y principal arquitecto del Plan Nacional de Desarrollo, reconoció que el presidente Petro ha privilegiado su estrategia electoral sobre el ejercicio mismo de gobernar.
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“El presidente está más ocupado en darle tracción a su campaña de Cámara y Senado, a sus listas, e incluso a la posibilidad de tener un candidato que desarrolle su legado en el próximo gobierno, que a gobernar”, advirtió Arias.
En su opinión, el Congreso ha ejercido una oposición constante, motivada también por las debilidades de las propuestas legislativas del Ejecutivo, y esa dinámica podría continuar.
“El Legislativo, estuvo en oposición constante, dadas las debilidades de las diferentes propuestas de reforma que presentó el gobierno de Gustavo Petro. La relación entre el gobierno y el Legislativo para la próxima legislatura será muy similar a la que ya vivimos, con un ingrediente adicional, y es que los congresistas estarán más ocupados en buscar su reelección en las regiones, que sacar adelante o hacer discusiones de reformas que ha venido presentando el gobierno de Gustavo Petro, como por ejemplo la nueva reforma tributaria que es prácticamente inviable en un último año legislativo”, agregó.
Una agenda paralizada por el clima electoral
En esa misma línea, el politólogo Yann Basset también destaca que la confrontación entre el Congreso y el Gobierno se ha agudizado, y que la proximidad de las elecciones legislativas complicará aún más el panorama.
“Durante este cuarto año no hay mucho que esperar de las relaciones entre el Congreso y el Gobierno. Estamos casi que en campaña electoral, y por lo tanto los congresistas se van a interesar más en su campaña de reelección que en el trabajo legislativo”, señaló Basset.
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Aunque el Gobierno podría intentar insistir en proyectos como la reforma a la salud o iniciativas relacionadas con la paz total, el ambiente político y las tensiones acumuladas hacen que las posibilidades de éxito sean muy reducidas, especialmente en un Congreso que ya ha demostrado su resistencia.
“Los enfrentamientos entre el Congreso y el gobierno han sido particularmente duros (…) este último año la verdad es es bastante complicado, ya era difícil con las tensiones antes pero en este contexto preelectoral lo más lo más probable es que este último año no va a ser muy productivo para el Congreso”, añadió.
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Así las cosas, el último año del gobierno de Gustavo Petro podría ser también el más difícil en términos de gobernabilidad. Con una coalición ya inexistente, una bancada debilitada y un Congreso en modo electoral, los analistas prevén un periodo de baja productividad legislativa y de mayor confrontación política.




