Las dudas que genera la concesión del parqueadero del Parque Deportivo de Ibagué
El concejal Jorge Bolívar elevó críticas por la concesión de este espacio público por once años
Panorámica del Parque Deportivo de Ibagué
Ibagué
El cobro por el uso de los parqueaderos en el Parque Deportivo de Ibagué y en el complejo de las Piscinas Olímpicas de la calle 42 sigue generando reacciones adversas.
Las protestas no provienen únicamente de deportistas y padres de familia, quienes adelantaron bloqueos en vías de Ibagué como la avenida Pedro Tafur y la que conduce al aeropuerto Perales, sino también de sectores de la oposición en el Concejo Municipal, encabezados por el concejal y excandidato a la alcaldía Jorge Bolívar.
El cabildante afirma que “La administración municipal, por medio del IMDRI, ha firmado supuestamente un contrato de concesión con un privado para el manejo de los parqueaderos, con una prueba piloto que dura la bobadita de 11 años”.
Según Bolívar, la Alcaldía de Ibagué entregó la operación de estos espacios, recibiendo apenas el 20 % de los ingresos netos, es decir, lo que queda después del pago de la operación del servicio, pago de sueldos y prestaciones a los empleados vinculados al servicio.
El concejal advierte que las concesiones deben tener un tratamiento especial y que este contrato nunca fue autorizado por el Concejo de Ibagué, lo que podría configurar un caso de presunta corrupción. Además, señala que la empresa beneficiada es multifuncional: distribuye insumos médicos para la Unidad de Salud de Ibagué por un valor de 400 millones de pesos y mantiene un contrato vigente con la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (IBAL), por 390 millones de pesos.
Jorge Bolívar
La controversia surge en torno al sostenimiento de los escenarios deportivos de la capital tolimense. Bolívar asegura que el IMDRI recibe más de 6.000 millones de pesos al año solo por concepto de alquiler de espacios, recursos que, según él se destinan principalmente al pago de nóminas de más de 400 contratistas, muchos de los cuales “ni siquiera se presentan a trabajar”.
Estas prácticas, afirma el concejal, son históricas en Ibagué. Como ejemplo, menciona a la empresa encargada de la operación del servicio de aseo en la ciudad.
“Estas empresas prestan el servicio, recogen la plata, hay escrituras que los amarran, donde incluso no pueden entrar otros operarios. Las crea el Concejo, pero según ellos, el Concejo no tiene facultades para pedirles cuentas ni saber en qué se están gastando la plata”.
Bolívar concluye que lo que se está haciendo es favorecer a algún político de turno, asegurando que se pretende utilizar el dinero que los padres de los deportistas pagan por entrenar en el Parque Deportivo y en el complejo de la calle 42 con carrera quinta para saldar favores políticos.
