Diplomacia colombiana: crisis con Estados Unidos y renuncia de la Canciller
Panelistas analizaron lo que viene para las relaciones entre Bogotá y Washington, el efecto político en Colombia y las salidas diplomáticas a la crisis.

Laura Sarabia, canciller de Colombia. Foto: Colprensa.
En Hora20 el análisis a una nueva crisis diplomática con Estados Unidos, esta vez por el llamado a consultas al encargado de negocios de Washington en Bogotá y la respuesta recíproca del gobierno colombiano. Se debatió sobre lo que implica esta nueva crisis, los elementos de intento de golpe, certificación, y extradiciones que inciden y el panorama con el que queda la diplomacia colombiana a partir de otro hecho, la renuncia de la canciller, Laura Sarabia en medio de las polémicas e irregularidades en el tema de los pasaportes.
Lo que dicen los panelistas
Sandra Borda, politóloga, internacionalista, profesora en la Universidad de los Andes, PhD en Ciencia Política y columnista, planteó que detrás de la decisión del Presidente está una propuesta ideológica de gobierno y es la obsesión por revisar la relación con EEUU, “se ha hablado de que no se quiere seguir arrodillado, de un no alineamiento con el imperio, él quiere revisar la forma como avanzan esas relaciones y es darle un viraje fuerte a esa relación para ampliar márgenes de autonomía de Colombia frente a EE.UU.” Sin embargo, dijo que el Gobierno no pasa de la idea abstracta a la formulación de una política exterior coherente y estratégica inspirada en una idea general y teórica que tiene el Presidente.
Sobre la manera como pesan las cargas ideológicas en Washington, dijo que la administración Trump tiene dos grupos distintos que manejan la relación con América Latina y Colombia, “hay motivaciones distintas y no estoy segura de que sea el grupo de Marco Rubio el que defina las relaciones, pues hay un ala más pragmática y menos ideologizada que pone énfasis en temas fundamentales para este gobierno que es la de Claver-Carone”. En esa medida, resaltó que el tema de narcotráfico y extradición son importantes porque son los temas prioritarios para esta administración, “eso no es lucha contra el socialismo de Rubio por ser migrante cubano; ahí nos podemos equivocar, eso vende, pero la realidad del manejo de la relación es distinto”.
Para Gabriel Silva, politólogo, exembajador en Washington, exministro de Defensa y columnista, nos movemos a un modelo chavista en política exterior, “esta fue una gota deliberada que desbordó la copa de las relaciones bilaterales y ha ido en crecimiento la creación de condiciones para una ruptura casi que inevitable; seguirá avanzando en confrontación y aupada porque el Gobierno se quiere mantener en el poder o su partido y crea esas condiciones para victimizarse como una persona perseguida por el imperialismo, algo que utilizó así Chávez”.
Manifestó que las consecuencias de esas tensiones van a ser severas para los colombianos y que el responsable de esa realidad será el Pacto Histórico, “la situación que despertó esto no es el pseudo golpe y las conversaciones con parlamentarios, creo que es un verdadero montaje para victimizarse. Frente a las circunstancias del narcotráfico y el deterioro de seguridad, dijo que es importante hacer énfasis, “nunca habíamos exportado tanta coca, el tema con crimen organizado y su base armada y territorial y en lo geopolítico tenemos posiciones que son ideológicas y poco pragmáticas y están por encima del interés nacional. Ya vimos lo del tema del rechazo a las deportaciones y casi terminamos con ruptura en lo comercial”.
Gabriel Becerra, representante a la Cámara por el Pacto Histórico, comentó que para un gobierno que llega con otras tradicionales políticas, como lo es este gobierno de izquierda, la política exterior es fundamental, “eso marca la diferencia de un gobierno a otro y en ese campo Petro ha hecho énfasis en temas que no han sido tradición histórica: las relaciones con EE.UU. porque cuando uno estudia esto, le dicen que una característica de nuestra política exterior es que gira sobre relación con EE.UU. y nosotros no compartimos eso, entonces creo que la premisa básica es que la visión es distinta a la que ha dominado”. Sobre puntos como el de la extradición, dijo que en este gobierno esos procesos no se han detenido, pero que en el caso de alias “HH” y “Mocho Olmedo”, se debe a los avances en materia de las mesas de negociación bajo el marco de la paz total.
También dijo que hay una base fundamental en el relacionamiento con Estados Unidos por cuenta de la visión hegemónica del gobierno Trump como potencia dominante, “eso para una apuesta de izquierda es inaceptable, creemos que se puede trabajar sobre principios como respeto mutuo e igualdad de condiciones”.
Jorge Restrepo, economista, profesor en la Universidad Javeriana y director del CERAC, resaltó que la decisión tomada por Washington no es a la ligera y que tendrá consecuencias, “ellos advierten nuevas medidas y dicen que vendrán y que dejarán clara la preocupación sobre el estado de las relaciones, reconocen diferencias y dicen que temas de seguridad y estabilidad son temas compartidos”. En esa medida, señaló que la decisión tomada hoy se va a seguir de otras determinaciones, que cerca está la certificación en cooperación sobre drogas y mucho más cerca la decisión sobre imposición unilateral a los países sobre aranceles en importaciones, ”de manera que estamos en situación de desventaja y preocupa que la respuesta automática sea llamar al embajador aduciendo reciprocidad sobre la cual no había necesidad”.
Manifestó que lo ocurrido es un error en política, pero que el Gobierno nacional gana con esto, “se apela al sentimiento antinorteamericano y sobre todo divide y con eso reina porque los que tenemos una postura crítica frente al gobierno nacional en relaciones internacionales quedamos del lado de un gobierno de derecha como el de Trump”.
Para Julio Londoño, exministro, exembajador, diplomático y profesor universitario, no se puede hablar de un rompimiento de las relaciones con Estados Unidos, “no hay motivación o causa para que EE.UU. o Colombia tomen una medida así, EE.UU. ha dado un campanazo sobre la situación general del país, no hay que olvidar que acá estuvo la Secretaria de Seguridad Nacional hablando de seguridad, que es un problema en Colombia con grupos armados y que puede en un momento constituirse como una amenaza para Washington”. Atado a ese tema, cree que hay asuntos como la migración o el tapón del Darién que vienen de tiempo atrás y que también pueden influir.
Resaltó que el Gobierno colombiano ha optado por la mala costumbre impuesta por Hugo Chávez de recurrir a una diplomacia de micrófono en el que los mandatarios hacen declaraciones en cualquier momento y se pone en riesgo las relaciones, “no se puede personalizar la relación, ni manejar las relaciones internacionales por ideologías y sentimientos, eso no puede ser porque se representa todo un país”.



