¿Puede un compuesto extraído de una planta ayudar a tratar el cáncer de mama? Ciencia explica
Esta innovación representa un avance en la intersección entre la química sintética y la investigación biomédica.

Cáncer de mama ha ido en aumento en Santander después de pandemia / Foto: suministrada
En principio, es importante resaltar la invención de una nueva reacción química, investigada y descubierta por parte del profesor Mingji Dai y su equipo en la Universidad de Emory. Esta permitió reducir de 17 a solo 10 pasos la síntesis total de la ‘Phaeocaulisin A’, un compuesto natural con potencial anticancerígeno extraído de la especie de planta ‘Curcuma phaeocaulis’.
Cabe destacar que esta innovación no solo optimiza la producción de este compuesto escaso en la naturaleza, sino que también generó un análogo químico más potente, validado por el laboratorio del profesor Yong Wan en ensayos con células de cáncer de mama HER2 positivo y triple negativo.
No obstante, el problema se enfoca en la larga ruta que aún queda por recorrer: aunque el análogo muestra eficacia prometedora, Wan advirtió que se requieren años de estudios en modelos animales y ensayos clínicos para determinar su seguridad, toxicidad y viabilidad terapéutica.
Adicionalmente, transformar compuestos naturales en medicamentos implica superar desafíos de escalabilidad, pureza, y eficacia sostenida. La ‘Phaeocaulisin A’, como otros productos naturales, se obtiene en cantidades mínimas de las plantas, lo que hace indispensable su síntesis en laboratorio.
Este trabajo, publicado en el ‘Journal of the American Chemical Society’ y financiado por la Fundación Nacional de Ciencia, representa un avance determinante, pero aún preliminar, en la lucha contra el cáncer de mama.
¿Por qué son importantes estos avances?
En primer lugar, estos nuevos hallazgos representan un avance significativo en la intersección entre la química sintética y la investigación biomédica, con implicaciones directas en la búsqueda de tratamientos más eficaces contra el cáncer de mama.
De esta manera, el cáncer triple negativo sigue siendo uno de los más agresivos y difíciles de tratar, por eso, la creación de un análogo más potente de la ‘Phaeocaulisin A’ ofrece una nueva esperanza terapéutica.
Este logro, además, demuestra el valor de integrar saberes tradicionales, como los usos medicinales de ‘Curcuma phaeocaulis’ en la medicina, con técnicas científicas de vanguardia.
Asimismo, la invención de una nueva reacción de carbonilación amplía las herramientas disponibles para la síntesis de moléculas complejas, lo que puede acelerar el desarrollo de nuevos fármacos.
En una coyuntura donde la medicina personalizada y la necesidad de terapias más específicas son prioritarias, estos resultados subrayan la importancia de enfoques colaborativos.
El trabajo realizado por los laboratorios de Mingji Dai y Yong Wan abre caminos hacia potenciales tratamientos oncológicos y posiciona a la Universidad de Emory como un referente en innovación química aplicada a la salud.
Otras consideraciones que vale la pena resaltar
La síntesis total no solo es un logro técnico, también es una herramienta educativa. Según Mingji Dai, permite a los estudiantes aprender a planificar, ejecutar y rediseñar proyectos químicos complejos, desarrollando habilidades críticas para la investigación científica.
Además, el compuesto original, ‘Phaeocaulisin A’, había sido reportado previamente por su actividad contra células de melanoma, lo que sugiere un espectro terapéutico más amplio.
Finalmente, hay que agregar que la planta fuente, cultivada por más de 900 años en Sichuan, conecta el conocimiento ancestral con la ciencia moderna, reforzando la importancia del diálogo entre culturas y disciplinas.