Cáscaras de mandarina: deje de botarlas, y aproveche los ricos beneficio que tienen para usted

Los desperdicios orgánicos suelen ser bastante despreciados y mal vistos por las personas, pues los olores de sus jugos pueden ser fuertes e incómodos. Sin embargo, muchos desconocen que a estos residuos naturales siempre se les puede sacar provecho.

Tal es el caso de la cáscara de mandarina, que después de ser pelada se tira como si nada, pero lo que muchos no saben es que están desperdiciando una gran cantidad de minerales y usos para su bienestar.

Las propiedades de la cáscara de mandarina

De manera natural, las cáscaras de mandarina son una de las fuentes naturales más ricas en vitamina C y antioxidantes, y según la empresa agroindustrial “Beta”, esta posee las siguientes propiedades:

• Mejora la digestión: Es bastante común que con los años, el estómago empiece a experimentar una mala digestión, provocando sensaciones frecuentes de acidez y gases. La cáscara de mandarina ayuda a aliviar estos síntomas y regular el sistema digestivo.
• Reducen las náuseas: Su característico olor permite al cerebro aliviar las ganas de vomitar.
• Propiedades expectorantes: Con su nivel de acidez, combate los malestares causados por la gripe, eliminando la presencia de mucosa y flemas en el sistema respiratorio.
• Reduce el colesterol: El aumento de triglicéridos suele subir a su vez los niveles de colesterol. La cáscara, por su parte, restablece la función hepática en estos casos.
• Exfolia la piel: Al ser un cítrico, las infusiones ayudan a eliminar los puntos negros, espinillas y células muertas. También reducen las manchas cutáneas.

Preparaciones para sacarle provecho a las cáscaras de mandarina

Antes que nada, para cualquiera de las recetas, es ideal que pele la cáscara de manera armoniosa. Para hacerlo, la compañía de alimentos Nestle, aconseja que separe la totalidad de la cobertura, de manera que le queden tres o cuatro pedazos grandes completos, así evitará la pérdida de jugos esenciales.

Los usos y las preparaciones son las siguientes:

Infusión de cáscara de mandarina:

Para los días calurosos, nada sienta mejor que una bebida fría y con sabor, especialmente si es cítrico. Para hacer esta infusión siga estos pasos:

1. Deje secar durante 15 minutos las cáscaras
2. Hierva medio litro de agua y añadir las cáscaras secas
3. Déjelas en la olla durante 15 o 20 minutos, hasta que sienta que su aroma y sabor se han concentrado.
4. Retirar los residuos de la cáscara y, endulce al gusto
5. Deje enfriar y disfrute

Repelente de insectos natural:

Su fuerte y singular fragancia ácida las vuelve en un repelente de mosquitos natural. Basta con disponerlas en las puertas y ventanas del hogar, y en lo posible disueltas en agua caliente para potenciar su aroma.

Eliminador de olores:

Si desea perfumar su casa, su mejor aliado será la mandarina. Para preparar el aromatizante solo necesita calentar la cáscara en una olla con agua caliente y esparcir el vapor por toda la casa.

Ahora, si tiene pensado solo aromatizar un espacio de la casa, puede guardar las cáscaras en una bolsa sellada y ubicarla en el lugar de la casa que desee. Espere un par de días y deje salir el olor.