Comunidades piden reubicación de ‘carceletas’ en Pasto ¿Qué responde la Alcaldía?
Solo dos centros de detención transitoria quedaron en funcionamiento en Pasto

Protesta por carceletas en Pasto | Foto: Cortesia
Pasto - Nariño
Es preocupante la situación que vive la ciudad de Pasto en materia de centros de detención transitorio, este fin de semana, la Alcaldía de Pasto cumplió una orden judicial que exigía desocupar el centro de detención transitorio ubicado en el sector de Julián Buchelly.
Según Giovanny Guerrero, secretario de Gobierno de Pasto, esta acción responde a una sentencia del Juzgado Quinto Administrativo que se emitió en 2022 y que no había sido atendida por la anterior administración.
Según el reporte, se trasladaron los privados de la libertad al centro de detención transitorio de Las Américas, el cual fue ampliado en su primer piso para albergar a 150 personas más, además, se gestiona un convenio con el INPEC para trasladar a otras 150 personas a sus instalaciones, esto pese a que la institución ya reporta un 60% de sobrepoblación carcelaria.
Hoy en Pasto permanecen funcionando únicamente dos carceletas, la ubicada en Las Américas y la de la Avenida Santander, esta última exclusivamente para mujeres, con 44 internas de las cuales se espera que un porcentaje pueda ser asumido por el INPEC con el convenio antes mencionado.
¿Qué solución definitiva plantean las autoridades?
Frente a la imposibilidad de reubicar uno de estos centros de detención transitorio por la negativa de distintas comunidades para aceptarlo en sus sectores, la administración municipal anunció que trabajan en materializar una Asociación Público-Privada para construir la sede de la Policía Metropolitana de Pasto en el sector de Aranda, con capacidad para instalar un centro de detención, un proyecto de cerca de 30 mil millones de pesos.
De acuerdo con las autoridades, se espera abrir la licitación a mediados de este año y adjudicar el contrato en los meses siguientes, no obstante, el secretario de Gobierno advirtió que la construcción tomaría entre año y medio y dos años, y mientras tanto, el hacinamiento seguirá siendo un desafío.