La rana más venenosa del mundo que habita en Colombia: ¿cómo se llama? Es muy ‘exótica’
El veneno de esta rana se transmite a los humanos por medio de la piel, cuando entra en contacto con el fluido venenoso que segrega el anfibio.
'Phyllobates terribilis', rana dorada venenosa, imagen de referencia (Getty Images). / Paul Starosta
La ‘Phyllobates terribilis’, también conocida como la rana dorada venenosa, es una de las especies de anfibios más letales del planeta, razón por la cual ha ganado notoriedad en el mundo de la biología.
Su punto diferencial radica en la ‘batrachotoxina’, una neurotoxina extremadamente potente que interfiere con los canales de sodio de las células nerviosas. Esto puede resultar en una parálisis y muerte por fallo cardíaco o respiratorio.
Esta rana pertenece a la familia ‘Dendrobatidae’, un grupo de anfibios que se caracteriza por su toxicidad. El contacto directo con su piel puede ser letal si el veneno entra en el torrente sanguíneo.
¿En qué territorios de Colombia habita esta rana?
Comúnmente, esta especie se puede encontrar en selvas tropicales del Pacífico colombiano, donde obtiene su veneno de su dieta de insectos, especialmente hormigas y escarabajos. Los indígenas Emberá han utilizado su toxina para impregnar dardos de caza, demostrando su poder.
En cautiverio, sin acceso a estos alimentos, pierden su toxicidad, lo que sugiere un vínculo entre su ecosistema y su letalidad.
Por otra parte, cabe resaltar que una sola rana puede contener suficiente veneno para matar entre 10 y 20 personas. También debe considerar que su toxina no tiene antídoto conocido.
No obstante, el estudio de esta especie ha sido importante en la farmacología, ya que los análogos de ‘batrachotoxina’ han inspirado investigaciones sobre analgésicos y anestésicos. A pesar de su peligrosidad, la investigación continúa aportando avances en biomedicina y conservación.
¿Qué es importante considerar sobre la rana dorada venenosa?
En primer lugar, es importante acotar que, a diferencia de muchas ranas venenosas, es altamente sociable y se encuentra en grupos en su hábitat natural, lo que sugiere una estructura jerárquica y patrones de comunicación complejos.
Esta rana es endémica de un área muy restringida del Pacífico colombiano, principalmente en los departamentos de Chocó y Valle del Cauca.
En ese orden de ideas, su presencia está ligada a ecosistemas de selva húmeda con alta pluviosidad, lo que la hace extremadamente vulnerable a la deforestación y el cambio climático.
Otros puntos que hay que abordar son la destrucción de su hábitat y el tráfico ilegal, que son riesgos para su supervivencia, a pesar de su toxicidad natural como mecanismo de defensa.
En otro orden de ideas, la ‘batrachotoxina’ presente en ‘Phyllobates terribilis’ es similar a la de ciertas aves venenosas de Papúa Nueva Guinea, como el ‘pitohui encapuchado’. Esto denota una evolución convergente en distintas partes del mundo, posiblemente debido a una dieta con compuestos similares.
Esta rana también se considera exótica por su coloración aposemática, que varía entre amarillo, naranja y verde metálico, una estrategia evolutiva para advertir a los depredadores.
Finalmente, vale la pena agregar que su rareza se incrementa por la dificultad de mantenerla en cautiverio con su toxicidad intacta, lo que refuerza su dependencia del ecosistema selvático para desarrollar su veneno.
