Denuncian crisis en Pereira por problemas en entrega de medicamentos a usuarios de la Nueva EPS
Más de 500 personas, en su mayoría adultos mayores y pacientes con enfermedades crónicas, pasaron la noche en la calle con la esperanza de obtener sus tratamientos.

Foto: Suministrada por comunidad
La escena que se vivió en las afueras de la sede del dispensario encargado de la entrega de medicamentos de la Nueva EPS en Pereira, fue símbolo de caos y del colapso del sistema de salud del país.
Ante la grave situación, el personero municipal de Pereira, Leonardo Fabio Reales, acudió al lugar para exigir respuestas y denunciar la falta de atención a los ciudadanos.
“Esto es un atentado contra el principio humanitario. Aquí la gente no está reclamando ropa ni artículos de lujo, está pidiendo medicinas para sobrevivir. No podemos seguir permitiendo que las personas mueran por la desatención en salud”, manifestó Reales.
Los afectados, muchos de ellos con condiciones médicas que requieren atención prioritaria, denunciaron que llevan semanas e incluso meses sin recibir sus medicamentos.
“Desde hace tres meses a mí no me entregan la medicina, ni siquiera con derecho de petición. Nos cambiaron de Audifarma a este punto de entrega y la situación ha sido un caos. Cerraron las puertas porque se agotaron los medicamentos. ¿Cómo vamos a hacer una fila desde las cuatro de la mañana para que nos digan que no hay nada?”, relató Isabel Cristina Pineda, una usuaria afectada.
Uno de los factores que, al parecer, ha agudizado la crisis es la deuda de $100 mil millones que la Nueva EPS mantiene con la empresa encargada de entregar las medicinas, lo que ha llevado a un desabastecimiento de medicamentos.
“Aquí hay una serie de actores responsables. No es solo el usuario que viene a reclamar su medicina, sino el sistema de salud en su conjunto. ¿Qué han hecho los supervisores del sistema para evitar que hoy cientos de personas estén sin atención?”, cuestionó el personero.
Para los pacientes con enfermedades de alto costo, la falta de medicamentos representa un riesgo de vida o muerte. Mientras, la ciudadanía continúa haciendo horas en la fila sin obtener respuestas.