Grupos al margen de la ley exigen aportes económicos a iglesia católica en el Huila
Bajo la figura de los llamados “aportes” delincuencia pide a párrocos del departamento realizar contribuciones de índole económicas.
No solo afectan a la población, sino también a los líderes. Foto Relacionada.
Neiva
La situación de orden público ha llegado a altas esferas, sin mirar clase social, color político, o situación económica, al punto que la iglesia católica se ha visto afectada por algunas exigencias que han hecho al parecer disidencias y delincuencia común. Al igual que se ha visto en otros gremios de la economía del país.
Más que desesperanza, esta situación debe llenarnos de un deseo de trabajar, servir, amar y actuar con un verdadero interés por el bien común, no por egoísmo ni intereses personales. Esta es la motivación que debe guiarnos. No se trata de rendirse ante el miedo, sino de trabajar por la esperanza, con la convicción de que podemos construir un país mejor. Esta es la realidad que enfrentamos, pero también la oportunidad para cambiarla.
Según monseñor Marco Antonio Mechan, comento que “la realidad es que siempre han existido. Personalmente, cuando viajo al Cauca, siento incertidumbre, ya que no sé si regresaré. Esta es la verdad que viven muchos colombianos hoy en día. Sin embargo, no podemos dejarnos dominar por el miedo”.
Algunos sacerdotes han recibido presiones. Es cierto que existe un temor generalizado, ya que, en regiones, las amenazas no solo afectan a la población, sino también a los líderes religiosos. Aunque algunas veces los llamados “aportes” no se consideran extorsiones, la realidad es que tanto empresarios como comerciantes están siendo víctimas de esta situación, lo que afecta gravemente a la región.
