¿Cómo afecta el queso al cerebro? Según estudio científico, este es su efecto sobre la memoria
Conozca sobre las implicaciones positivas y negativas que puede tener el consumo de queso en su cuerpo.

Quesos, memoria, imágenes de referencia (Getty Images).
Existen varias conversaciones sobre el queso y su impacto en la salud humana. Frente a este tema, para empezar, es importante decir que el consumo de este producto puede generar diversas afectaciones en el cuerpo, principalmente, por su contenido en grasas saturadas, sodio y lactosa.
Sin embargo, hay que decir que este producto también aporta al cuerpo de manera positiva, entre sus principales beneficios están: ayuda a mantener los huesos y dientes fuertes; apoya al correcto funcionamiento del sistema nervioso; y produce energía en el cuerpo, entre otros.
¿Por qué hay que tener precaución, frente al consumo de queso exceso?
Los quesos, especialmente los más procesados o curados, pueden contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Cabe destacar que su contenido en grasas saturadas puede aumentar los niveles de colesterol malo, lo que favorece la formación de placas en las arterias y eleva el riesgo de hipertensión y enfermedades cardíacas.
Asimismo, hay personas que presentan intolerancia a la lactosa, debido a la deficiencia de la enzima lactasa, lo que provoca síntomas digestivos como hinchazón, diarrea y gases.
Por ende, aunque el queso aporta proteínas y calcio, su consumo excesivo o en personas con predisposición puede derivar en afectaciones metabólicas, cardiovasculares y digestivas.
¿Qué se debe saber sobre el queso y su impacto en la salud?
Algunos quesos, especialmente los fermentados como el roquefort o el gouda añejo, contienen probióticos naturales que pueden beneficiar la digestión y fortalecer el sistema inmunológico.
Debe considerar que ciertos quesos contienen tiramina, una sustancia que puede provocar migrañas en personas sensibles.
Además, aunque se cree que el queso siempre aporta calcio para los huesos, su contenido en fósforo puede interferir con su absorción si no se consume en equilibrio con otros alimentos ricos en este mineral.
Hay quesos que contienen residuos de antibióticos y hormonas, utilizados en la producción lechera, lo que podría afectar el equilibrio hormonal del cuerpo si se consumen en exceso.
¿Cómo afecta el queso al cerebro y la memoria?
Estudios científicos han explorado la relación entre el consumo de queso y la función cerebral, sugiriendo posibles beneficios cognitivos.
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Una investigación japonesa, publicada en la revista Neuroscience Research, analizó los efectos del queso Camembert en la memoria y el aprendizaje en modelos animales.
Los resultados indicaron que compuestos bioactivos generados durante la fermentación del Camembert, como los ácidos grasos amídicos, podrían mejorar la plasticidad sináptica y aumentar los niveles de factores neurotróficos derivados del cerebro, esenciales para el crecimiento y reparación neuronal.
Por su parte, el neurólogo Dr. Mill Etienne destacó un estudio japonés que vinculó el consumo de quesos como el feta y el cheddar con una mejor función cognitiva en adultos mayores.
Este estudio, realizado en más de 1.200 personas mayores de 65 años, encontró que quienes consumían regularmente estas variedades de queso mostraban una mejora en su rendimiento cerebral.
Etienne también señaló que el impacto positivo del queso en el cerebro se debe, en parte, a la presencia de aminoácidos como el triptófano y la tirosina.
El triptófano es un precursor de la serotonina, neurotransmisor que regula el estado de ánimo, mientras que la tirosina estimula la producción de dopamina, relacionada con la sensación de placer.
De igual manera, el queso es rico en nutrientes como la vitamina B12, el calcio y el fósforo, determinantes para el buen funcionamiento cerebral.
Finalmente, vale la pena destacar que, aunque estos estudios sugieren una relación beneficiosa entre el consumo de ciertos quesos y la función cognitiva, se requieren más investigaciones para confirmar estos efectos en humanos y determinar las cantidades óptimas de consumo.



