De lo absurdo la reflexión: El pasado es una guía para predecir, pero no es un reflejo del futuro

En Caracol Sostenible el profesor Gustavo Yepes compartió algunos puntos que se deben tener en cuenta para este 2025 en la sección ‘De lo absurdo a la reflexión’. De este modo, el experto en sostenibilidad mencionó que para este nuevo año, si bien hay algunas tendencias o temas que se destacarán más y se les prestarán mayor atención, el pasado debe ser analizado con cautela para tomar decisiones frente a lo que enfrentaremos en estos 12 meses.

Además, el experto en sostenibilidad comentó que las tendencias tienen algunos retos importantes, uno de esos tiene que ver con que están, generalmente, atadas al pasado. Lo anterior, influye de manera considerable en el futuro de la sostenibilidad. “Las tendencias enfrentan este desafío porque necesitamos planificar, prever, y necesitamos tratar de ver qué pasa en un futuro incierto”, explicó, y es por esto que se toma como referencia el pasado

En medio de eso, el profesor Yepes indicó que lo preocupante es que las tendencias al basarse en el pasado necesitan datos, pero muchos de ellos señalan o aseguran cosas, lo cual puede llevar a errores sobre hechos que pueden o no pasar.

Así lo explicó el experto: “Uno nuestros problemas es que nuestras herramientas, generalmente, necesitan datos del pasado y esos modelos de tendencia, que son esenciales para nuestras decisiones en temas como población, adaptación al cambio climático o transición energética, tienen unos conflictos con los datos, porque son históricos y buscan determinar proyecciones”

Del mismo modo, el docente universitario mencionó que las tendencias suelen contar con patrones considerados como indicadores de comportamiento futuros, algunos de ellos, pueden ser útiles, pero no se debe confiar del todo en ellos, sino cuestionarlos.

Aunque ocurre lo anterior, el profesor destacó algunos modelos predictivos que han funcionado. “Los modelos predictivos climáticos han demostrado ser útiles para predecir condiciones futuras con cierto grado de precisión, como las previsiones del IPCC, Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas. Ellos nos muestran cómo ha aumentado la temperatura en estos años con muchísima precisión”

Y es que pese a que algunos modelos predictivos pueden funcionar, otros no. Esto ocurre porque los datos cuando no son constantes o no se les hace seguimiento no logran predecir situaciones que van a ocurrir. “Estos modelos de proyección utilizan datos históricos y asumen que las dinámicas permanecen constantes y que solamente es cuestión de seguirlas para poder predecir el futuro”.

Igualmente, el experto señaló que los modelos predictivos cuentan con desventajas que afectan las tendencias, la forma de ver el futuro y la toma de decisiones. “Aunque ofrecen ventajas de estandarización para identificar patrones, presentan también limitaciones lineales o tienen sesgos de entrada con la información y no tienen en cuenta las variables emergentes que pueden presentarse y que pueden ser inciertas, como se nos presentó con el COVID-19”

Finalmente, dijo que los datos históricos pueden ser tomados en cuenta para el futuro, pero no siempre podrán predecir hechos. “Es muy importante que podamos ver que el pasado es una guía que es muy útil, pero no es un reflejo fiel del futuro. Al depender de datos históricos corremos riesgos de ignorar innovaciones disruptivas, crisis inesperadas”

“Esto es especialmente problemático en temas de sostenibilidad, donde se requiere cada vez más adaptabilidad; responder a cambios más rápidos, nuevas tecnologías, nuevos comportamientos humanos, reacciones de la naturaleza que son impredecibles”, agregó.