La situación del empleo en el sector turismo de Cartagena: así lo analiza UTB
El Instituto de Estudios en Desarrollo, Economía y Sostenibilidad entregó detalles
Cartagena
Como en la fábula de Esopo, el turismo es a menudo señalado como la “gallina de los huevos de oro” por diversos sectores de Cartagena y del país, debido a sus potencialidades y aportes a la economía local y a la necesidad de cuidarlo de, por ejemplo, un eventual deterioro de la imagen de la ciudad. Si bien el turismo produce múltiples beneficios (Cámara de Comercio de Cartagena, 2020) 1, también genera costos sociales, en particular a los residentes, quienes no pocas veces se han visto desplazados de sus lugares de residencia y son afectados por la congestión y sobrecarga en áreas que reducen las posibilidades de disfrutar espacios de convivencia.
Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), organismo de las Naciones Unidas y principal institución internacional en su campo, el turismo se define como un “fenómeno social, cultural y económico que supone el desplazamiento de personas a países o lugares fuera de su entorno habitual por motivos personales, profesionales o de negocios” 2 .
Desde el punto de vista de la medición, el turismo no es en sí mismo una actividad económica sino la suma de varias tan diversas como complementarias, de allí que al estar encadenadas representan un tejido empresarial profuso que produce valor económico.
Hasta el momento, se conoce poco y en detalle sobre sus contribuciones a la generación de empleo local, por ello, en este informe se describe su estructura y evolución desde los años de la pandemia (2020-2023); para ello, se utilizan los microdatos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) del DANE, la fuente de información por excelencia del mercado laboral en Colombia. Grosso modo, las actividades clasificadas en el sector turismo corresponden principalmente a aquellas pertenecientes a alojamiento, servicios de comida, transporte, comercio y entretenimiento.
Este informe responde cuatro preguntas claves: ¿Qué tanto empleo genera el turismo y cómo se compara con otros renglones productivos de la ciudad? ¿Dentro del turismo cuáles son las actividades que más oportunidades brindan a la fuerza de trabajo local? ¿Es buena, aceptable o insuficiente la calidad del empleo que genera? ¿Cuál es el perfil de los trabajadores del sector según su ingreso salarial y el nivel educativo?
1) Generación de empleo: análisis comparado. El sector turístico ha generado, en promedio, alrededor del 22% del empleo total de Cartagena entre 2020 y 2023. En número de ocupados, significa un promedio de 92.800 empleos en este mismo periodo.
Para 2023, el año más reciente de la medición, las dos actividades vinculadas al turismo con mayor generación de empleo son expendio de comidas y hotelería (hoteles, apartahoteles, centros vacacionales y otros tipos de alojamientos para visitantes).
La primera actividad generó en 2023 unos 30.145 empleos, en tanto que los hoteles sumaron 10.982. Como se observa a continuación, estas dos actividades por sí solas aportan menor cantidad de empleo que otras actividades como el comercio, la construcción, la industria y los servicios de educación, que conjuntamente contribuyen con el 40% del empleo total de la ciudad en 2023 (de 420.634).
2) Las principales fuentes de empleo. Dentro del sector turismo las tres principales actividades generadoras de empleo son, en su orden, transporte de pasajeros, expendio de comidas (clasificadas y no clasificadas previamente) y alojamiento en hoteles. En promedio, durante los cuatro años analizados aportaron el 87% del empleo turístico.
En general, las actividades que más contribuyen al empleo han mantenido el nivel de ocupación durante el periodo analizado, con excepción del expendio de comidas; en este renglón, que ha perdido más de 10 puntos porcentuales de participación en la ocupación total del sector, las empresas parecen haber ajustado la nómina de trabajadores en la post pandemia; esto quiere decir que ahora menos trabajadores estarían realizando el trabajo de los empleados vinculados antes de esta coyuntura crítica.
3) Calidad de empleo: ¿buena, regular o mala? Una primera forma de establecer el grado de calidad del empleo en el sector turismo es examinando los perfiles ocupacionales de los trabajadores. Alrededor del 70% del empleo turístico lo desempeñan los llamados trabajadores independientes que, según el DANE, son aquellos que desarrollan una actividad de manera independiente, asociada o en colaboración con otros, que pueden o no tener capital propio.
Durante el mismo periodo, cerca de una cuarta parte del empleo turístico lo generaron las empresas privadas, que se caracterizan por su alto nivel de formalización laboral. El resto del empleo recae en manos de los empleadores (persona o entidad que recibe y remunera a un trabajador, quien se obliga a prestar un servicio personal a cambio de un salario), los empleados domésticos, empleados del gobierno, trabajadores familiares no remunerados y trabajadores no remunerados.
Una segunda manera de detallar la calidad del trabajo es evaluando el tamaño de la informalidad en el sector, lo que conduce a analizar la situación de los trabajadores independientes que se asocian usualmente a trabajadores informales. Como se observa a continuación, durante los últimos tres años más del 95% de estos empleados no cotiza pensión, lo que es indicativo de su muy alto grado de vulnerabilidad durante la edad de retiro. No cotizar pensión es considerada una privación en el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) que estima el DANE.
Este dato del turismo es mayor al que presenta Cartagena en el Censo de Población de 2018 (el dato de ciudad más reciente), cuando el 86,6% de la población ocupada en cualquier sector no cotizaba pensiones.
Otros resultados que se presentan muestran que durante los últimos tres años ha aumentado el número de ocupados con trabajo formal (que sí cotizan pensión), pasando de 1.014 a 2.364 trabajadores.
4 Capital humano e ingresos salariales. Báez y Calvo (2000) 3 , en su reconocido trabajo sobre la economía de Cartagena de la segunda mitad del siglo XX, sostienen que el turismo “es fundamentalmente un empleador de personal de bajos niveles de capacitación. El 75% de las personas empleadas directamente devengan entre 1 y 2 salarios mínimos, y el 19% devengan entre 3 y 4 salarios mínimos” (p. 97). Pues bien, casi 25 años después del análisis de estos autores, las condiciones de empleo en este sector no han cambiado en lo sustancial.
Como se observa a continuación, en 2023 más de la mitad (53%) de la población que trabaja en turismo gana menos de un salario mínimo legal (SMLV); si se compara esta proporción con la que dejó la pandemia en 2021 (65%) representa un resultado positivo.
Durante el periodo analizado, uno de los cambios más significativos es la pérdida de participación de los trabajadores con mayor salario, representados por quienes devengan sueldos superiores a 4 SMLV.
Al inicio de la pandemia, este grupo de empleados mejor remunerado representaba un cuarto de la masa salarial del turismo; en 2023 tan sólo el 6%. Siguiendo el criterio de agregación de Báez y Calvo, se sumaron las participaciones de los salarios más bajos para hacer comparable con la
situación de finales del siglo XX; este es el resultado: en 2023, el 91% de los trabajadores ganaron dos o menos de dos salarios mínimos. Esto muestra el estado de vulnerabilidad laboral que deja la pandemia a los trabajadores del sector.
El hecho de que la mayoría de los trabajadores tengan muy baja remuneración se relaciona positiva y estrechamente con su nivel educativo; en otras palabras, la precaria inserción laboral en el turismo local es consecuencia del bajo nivel de capital humano educativo.
Esto se manifiesta en el hecho de que alrededor de un tercio de la masa de trabajadores (34%) no supera el 9° grado de educación, y por otra, en que menos de una cuarta parte (24,4%) de los trabajadores logre cualquier nivel de educación terciaria (técnica, tecnológica, universitaria y posgrados). El bajo nivel educativo laboral (menos del 1% obtiene un título de posgrado) contrasta con el de otras actividades como la industria y el portuario y logístico de la ciudad.