Expresidente Uribe defendió Operación Orión y aseguró que hay un relato entre la JEP, Petro y Santos

Medellín, Antioquia

Desde la comuna 13 de Medellín, el expresidente Álvaro Uribe Vélez defendió la Operación Orión, un controvertido operativo militar desarrollado en este sector en octubre de 2002. Durante su intervención, Uribe destacó la difícil situación que vivía esta zona antes de la operación, marcada por altos índices de violencia y la ausencia de control estatal.

El expresidente Uribe defendió la tesis de que en la comuna 13 no había presencia de la fuerza pública, los investigadores no podían ingresar y ni siquiera el alcalde de la época, Luis Pérez, podía entrar al territorio. Según el expresidente, el objetivo principal de la Operación Orión fue recuperar el control de la zona, lo que resultó en la captura de 260 delincuentes, incluidos más de 30 cabecillas de grupos armados.

Criticó a la JEP y al gobierno Petro

El expresidente Uribe insistió que hay una alianza entre el expresidente Juan Manuel Santos y el presidente Gustavo Petro para, según él, defender a delincuentes y atacarlo a él: “Como todo lo de los gobiernos Petro-Santos, en la JEP prima indulgencia con los terroristas y sesgo contra los militares y el gobierno que presidí. Se necesita siempre la justicia, pero cuando la justicia tiene sesgos, pierde la respetabilidad”. También hizo referencia a lo que considera una narrativa parcializada que deslegitima las acciones de su gobierno y de las Fuerzas Armadas.

Lea también: La verdad seguirá siendo desenterrada y está saliendo a flote: JEP

El expresidente también acusó al actual gobierno de generar un deterioro en la seguridad del país. “Debe poner cuidado el gobierno Petro-Santos, porque está convirtiendo más de 700 municipios de Colombia en nuevas escombreras. Su único aporte a muchos sitios de Colombia es llevar y crecer criminales. La única actividad económica que ha formalizado es la de las empresas criminales”, declaró con tono crítico.

La defensa que hizo Uribe de la operación Orión

En defensa de la Operación Orión, Uribe negó que se tratara de un operativo militar indiscriminado y resaltó la participación de diversas instituciones en su planeación y ejecución. “Les conté cómo la operación no fue una operación de que entre el Ejército aquí a arrasar. Fue con todas las instituciones: la Policía, la Alcaldía de Medellín, la Procuraduría, la Defensoría del Pueblo, el CTE y la Fiscalía. Hubo la vigilancia de organismos de derechos humanos”, explicó.

Uribe también subrayó los cambios positivos que, según él, se produjeron después del operativo. El expresidente aseguró que luego de la intervención regresaron las clases, se recuperó la presencia de instituciones como EPM y se inició una transformación significativa en infraestructura. Entre las mejoras mencionó la construcción de espacios públicos y proyectos que hoy son íconos del sector, como las escaleras eléctricas y el cable aéreo, que han sido fundamentales para la integración social y urbana de la comuna.

Lea también: Este viernes serán entregados a Medicina Legal los restos hallados en La Escombrera de la comuna 13

Pese a las críticas y denuncias que aún persiguen a la Operación Orión por posibles violaciones a los derechos humanos, el expresidente sostuvo que este operativo fue clave para garantizar la seguridad y promover el desarrollo de una de las zonas más vulnerables de Medellín.

La polémica de la operación Orión

La Operación Orión, llevada a cabo en octubre de 2002, fue un operativo militar liderado por el gobierno de Álvaro Uribe con el objetivo de recuperar el control de la comuna 13 de Medellín, una zona dominada por grupos armados ilegales como las FARC, el ELN y milicias urbanas. Este operativo involucró al Ejército, la Policía y otras instituciones, resultando en la captura de numerosos cabecillas y la reducción de la violencia en el sector. Sin embargo, investigaciones posteriores determinaron que estas operaciones se habrían llevado a cabo en presunta convivencia con grupos paramilitares, que aprovecharon la intervención para consolidar su poder en la zona. Estas acusaciones han sido respaldadas por testimonios de desmovilizados en Justicia y Paz y reportes de organismos internacionales.

En 2003, la Operación Mariscal buscó reforzar el control territorial en la comuna 13, pero las denuncias de violaciones a los derechos humanos continuaron. Durante este periodo, los paramilitares intensificaron su presencia en la zona, y se reportó un aumento significativo en las desapariciones forzadas. Según investigaciones, la cifra de personas desaparecidas podría superar las 500, convirtiendo la comuna 13 en un epicentro del conflicto armado urbano en Medellín.

Uno de los principales esfuerzos por localizar a las personas desaparecidas se ha concentrado en “La Escombrera”, un lugar donde se presume que paramilitares enterraron clandestinamente los cuerpos de las víctimas. Pese a los intentos de exhumación y búsqueda realizados en los últimos años, los avances han sido limitados, y los hallazgos de restos humanos solo se lograron en diciembre del 2024, cuando se reportó la recuperación de tres grupos de restos óseos. Este sitio se ha convertido en un símbolo de la deuda histórica del Estado con las víctimas y un recordatorio de los vínculos entre actores armados legales e ilegales durante estos operativos.