En el departamento de Risaralda, la violencia por prejuicio contra la comunidad LGBTIQ+ ha alcanzado niveles alarmantes, en lo que va del año, con al menos ocho casos documentados.De acuerdo con Eduardo Montoya, asesor externo de la Fundación Plataformas, el contexto de violencia ha llevado a que algunas personas de la comunidad LGBTIQ+ busquen refugio en el exterior como única alternativa para salvaguardar sus vidas.“La situación se ha vuelto insostenible. Muchos sienten que no tienen otra opción que huir del país ante la falta de protección efectiva”, señala Montoya.En el ámbito nacional, el panorama es igualmente desalentador. Un reciente informe indica que en lo que va del año se han registrado 37 asesinatos de personas LGBTIQ+, de los cuales 18 eran personas trans.Este alarmante contexto es calificado por miembros de la comunidad como una crisis de derechos humanos que exige una respuesta inmediata y contundente por parte del Estado.En el área metropolitana de Pereira, se han reportado un total de 290 casos de violencia contra personas sexualmente diversas en este año. Esta cifra no sólo reflejan la gravedad de la situación, sino también un ambiente de impunidad en medio de un ciclo de violencia.Desde la Fundación Plataformas, subrayan que la problemática no se limita a la violencia física, sino que también incluye el desplazamiento forzado.“La amenaza constante de represalias obliga a muchas personas a abandonar sus hogares, creando un fenómeno de desplazamiento interno que no se ha visibilizado lo suficiente”, afirma Montoya.