¿Por qué se producen los huracanes?: Origen y trayectoria de Milton en la Florida
Aunque el huracán perdió un poco de fuerza tras tocar tierra en Siesta Key, en la costa oeste, aún representa una amenaza.
El huracán Milton golpeó con fuerza el estado de Florida, dejando al menos siete personas fallecidas y afectando el suministro eléctrico de más de 3.2 millones de residentes. Cerca de 80,000 personas tuvieron que buscar refugio ante la intensidad de la tormenta. Este miércoles en la costa oeste de Florida, el huracán se identificó como una tormenta de categoría 3, sin embargo, al día de hoy fue perdiendo intensidad, ya que se desplazó hacia el Atlántico, bajando a categoría 1. A su paso por la península, provocó fuertes inundaciones y ráfagas de viento que siguen representando un riesgo considerable para el estado.
Aunque el huracán perdió algo de fuerza tras tocar tierra en Siesta Key, en la costa oeste, aún representa una amenaza. El Centro Nacional de Huracanes (NHC) ha advertido sobre el riesgo de inundaciones repentinas en varias zonas. Este evento climático se produce poco después del paso del huracán Helene, que el 26 de septiembre azotó Florida con categoría 4, causando daños significativos en varios estados del sureste de Estados Unidos.
“Nos centramos en lo que el ejército estadounidense puede hacer como nadie más puede para proporcionar apoyo de emergencia a las comunidades necesitadas, como lo exigen los gobernadores de los estados afectados. Se trata de un esfuerzo de todo el gobierno, que también incluye al Departamento de Energía, el Departamento de Transporte, el Departamento de Salud y Servicios Humanos y el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano”, afirmó el presidente Biden desde la Casa Blanca sobre el huracán Milton.
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¿Por qué se producen los huracanes?
Los huracanes son poderosos fenómenos naturales que, debido a su magnitud, suelen causar grandes estragos a su paso. Estas tormentas pueden llegar a alcanzar alturas de entre 8 y 10 kilómetros, con un diámetro que puede extenderse hasta 500 kilómetros, y sus vientos sostenidos pueden superar los 200 km/h. Sin embargo, no se forman en cualquier parte del mundo, ya que su desarrollo depende de condiciones atmosféricas específicas.
Acá le contamos algunos de los factores clave que intervienen en la formación de un huracán, según National Geographic:
- Temperatura del agua de mar: el primer factor fundamental para la formación de un huracán es que la temperatura del agua supere los 26°C. Este calor genera una gran cantidad de evaporación, proporcionando la humedad que alimenta al sistema de tormentas. A medida que el aire húmedo asciende y se enfría, libera energía que refuerza la tormenta, permitiendo que crezca y se intensifique hasta convertirse en un huracán. Si las aguas están por debajo de este umbral, la tormenta no podrá desarrollarse completamente o perderá fuerza rápidamente al desplazarse hacia aguas más frías.
- Distancia al ecuador: no se generan huracanes en el ecuador debido a la ausencia de la fuerza de Coriolis, que es crucial para su formación. Esta fuerza, resultante de la rotación de la Tierra, es más fuerte en los polos y prácticamente inexistente en el ecuador. Por eso, las condiciones necesarias para que un huracán se desarrolle no se dan cerca de los 5° de latitud norte y sur. Además, la fuerza de Coriolis no solo es responsable de la formación de los huracanes, sino también de su dirección de rotación: en el hemisferio norte, los sistemas de baja presión giran en sentido antihorario, mientras que los anticiclones lo hacen en sentido horario.
- Cortante del viento: la cizalladura del viento se refiere a los cambios en la velocidad o dirección del viento entre diferentes alturas en la atmósfera. Para que un huracán se forme y mantenga su estructura, es esencial que la cizalladura sea baja, especialmente en las capas superiores. Cuando el cortante es alta, puede desestabilizar el huracán al separar su parte inferior de la superior, lo que debilita el sistema e impide que siga fortaleciéndose. Por eso, condiciones con poca cizalladura son clave para el desarrollo de huracanes fuertes y duraderos.
- Alta humedad: para que el proceso de formación de un huracán continúe, los niveles de humedad relativa se deben mantener altos desde la superficie hasta las capas medias de la atmósfera. Esta humedad sostenida en las diferentes capas permite que el sistema tormentoso siga creciendo y fortaleciéndose, alimentando el ciclo de convección necesario para el desarrollo del huracán. Sin este aporte continuo de humedad, la tormenta perdería fuerza.
- Onda tropical: los huracanes que se producen en el Atlántico tienen como punto de inicio las costas de África. En esta parte del planeta se dan las condiciones adecuadas para su desarrollo, esto es, el encuentro de las ondas tropicales o del este con los sistemas de tormentas. Si estas ondas tropicales o del este se encuentran con las condiciones ideales, podrán alcanzar la intensidad suficiente para evolucionar y convertirse en huracanes o tormentas tropicales.